Un informe de la consultora Quantum, que dirige el economista Daniel Marx, plantea que entre fines de julio y octubre pasados el ministro de Economía, Sergio Massa, se volvió más prudente con el manejo de la política monetaria.

En otras palabras, el actual candidato a la presidencia de Unión por la Patria dejó de usar el financiamiento del Banco Central, lo que se conoce como "la maquinita de imprimir billetes", para cubrir el déficit del sector público.

En un informe, Quantum sostiene que "el manejo monetario desde las PASO fue más 'prudente' que el previo" debido a que "entre fines de julio y octubre la base monetaria (la cantidad de dinero en circulación y en las cuentas de los bancos) se expandió $844.685 millones, con una variación nominal de 13,2% y del -18,8% en términos reales".

Lo que señala el reporte es que aunque se creó más dinero, el ritmo de la inflación fue superior y por ello, en términos reales, la cantidad de plata bajó luego de que se produjeran las elecciones primarias.

El estudio detalla que el principal factor que motivó la impresión de más dinero no fue el déficit fiscal del sector público, como usualmente se piensa, sino los intereses que generan las leliqs del Banco Central.

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Quantum destaca que "no se registra expansión monetaria por financiamiento al Tesoro, en contra de la expectativa de mayor asistencia para financiar un mayor gasto público que se suponía crecería entre las PASO y la primera vuelta".

"En realidad se registró una contracción monetaria básicamente por la cancelación de adelantos transitorios por $500.000 millones registrada el 23 de agosto y por el efecto monetario contractivo que generó el cobro de servicios de la deuda del Tesoro en poder del BCRA", añade el estudio. 

Quantum se refiere a los titulos del Tesoro en pesos que tiene en cartera el BCRA, como ser bonos ajustados por inflación (BONCER) o Duales), que la entidad viene comprando desde que comenzó el año en los mercados secundarios para evitar que se desplome el precio y los inversores se vayan al dólar. 

Desde que comenzó el 2023 a la fecha la cantidad de bonos en poder del Central pasó de un equivalente al 10% del activo de la entidad al 24%. Esos bonos generan intereses que el BCRA se los está cobrando al gobierno y por eso es que la cuenta da a la inversa: Es el Tesoro en que manda plata cuando usualmente es al revés.

En rigor, la entidad que conduce Miguel Pesce está "imprimiendo" más dinero para cubrir el vencimientos de las Letras de Liquidez (Leliqs) y sus intereses. En el período observado, absorbió de los bancos unos $5 billones  (cuya contraparte son los depósitos a plazo fijo del público) y les entregó $5,4 billones.

Por otro lado, se imprimieron otros $1,1 billones para comprar bonos del Tesoro en el mercado secundario y casi $607.000 millones para comprar dólares al sector privado. En el sentido inverso, se retiraron pesos del mercado por $77.610 millones de ventas de dolares del sector público, y $1,3 billones de plata que el Tesoro le dio al Central por pago de intereses y devolución de anticipos.

El informe privado dice que para esta época del año cae habitualmente la demanda de dinero del público y que por ello es que el Banco Central tiene que tratar de retirar mas pesos del mercado mediante las leliqs, pero advierte que mitigar ese efecto mediante pasivos remunerados "tiene un alcance limitado si no se da en un contexto político-económico que lo acompañe".