El ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI Alejandro Werner opinó sobre la crisis económica que atraviesa Argentina y advirtió sobre el riesgo de que se produzca una hiperinflación debido a la falta de confianza y gobernabilidad.

Al referirse a la posibilidad de una mayor escalada inflacionaria que derive en hiperinflación, Werner consideró que “hay toda una red de controles que limita la velocidad en la cual una economía puede caer en la hiperinflación, pero claramente la caída en la demanda por activos en pesos, la falta de confianza y la falta de gobernabilidad hace que ningún tipo de cambio sea la suficientemente atractivo como para quedarte en pesos”.

En esa línea, indicó que el panorama descrito “puede alimentar una corrida bancaria, una corrida en los bonos gubernamentales y esto puede generar incrementos en la tasa de inflación que se aviven de manera muy rápida”.

LEE: Una calificadora lanza alertas sobre los problemas que deberá enfrentar Batakis

El economista expresó que hay “mucha preocupación por las perspectivas de la economía argentina” debido a que “hace tres años que no vemos un programa que refleje cómo el Gobierno va a buscar restablecer el orden macroeconómico y cómo va a sentar las bases, la parte microeconómica, para generar incentivos para la inversión y el empleo”.

“Parecía que el Gobierno apostaba a que los problemas pasaban por reestructurar la deuda y se dieron cuenta que la deuda era más un síntoma que la causa fundamental del problema”, señaló durante una entrevista televisiva.

Además, consideró que hay falta de “consenso social sobre cuál es el tamaño del Estado que se quiere y cómo se quiere financiar a ese Estado”.

En ese sentido planteó que “hay una incompatibilidad en los objetivos del Gobierno actual de querer tener un Estado muy presente y que otorgue una red de protección social pero sin estar dispuesto a generar consenso social para cobrar los impuestos necesarios para hacerle frente a ese Estado”

Asimismo indicó que el Gobierno debe procurar que “los impuestos no sean tan distorsionantes que inhiban cualquier inversión en el país. Esa coyuntura no se puede y hay que decidir”, finalizó.