Manuel Chiappe, de la Fundación Barbechando: "Los derechos de exportación son una barrera"
La Fundación Barbechando trabaja activamente junto a los legisladores que tienen intereses en el sector agropecuario.
Mientras aguarda que los diputados alcancen un acuerdo con los negociadores de la administración de Javier Milei para avanzar en el tratamiento legislativo de la denominada ley ómnibus y dejen de penalizar a las economías regionales con derechos de exportación, el director general de la Fundación Barbechando dialoga este viernes con Noticias Argentinas y recuerda brevemente su paso por el Congreso, el miércoles pasado, para responderle de manera elíptica al secretario de Agricultura, Fernando Vilella.
El funcionario del Gobierno había defendido las retenciones sosteniendo que "hacen que los consumidores locales tengan un menor precio”.
En su alocución Chiappe solicitó a los legisladores que acoten la imposición de las retenciones a la soja y sus derivados, la harina y el aceite, que pasarán del 31 a 33% según el proyecto de ley y el maíz y el trigo se elevarán del 12 al 15% por un periodo de entre los 6 meses y un año.
-NA: El tema de las retenciones a los productos del agro parece ser uno de los temas principales en la negociación que se desarrolla entre la oposición y el oficialismo por la ley ómnibus. ¿Qué evaluación realizan de lo actuado hasta hoy?
-Manuel Chiappe: “Bueno, las retenciones son un mal impuesto, ¿no? Es un impuesto que impacta y empobrece a las provincias, que hace que lo que se recauda no vuelva de la misma forma a las escuelas, a las rutas, a la salud en las provincias. Esa plata que genera cada provincia no vuelve. Es un impuesto que no contribuye a bajar el precio de los alimentos, contrario a lo que se dice, por ejemplo, en el caso del pan inciden menos del 1% del precio que un consumidor paga en la panadería.
El derecho de exportación impacta en nuestra competitividad con el mundo, nosotros exportamos a 155 países y el derecho de exportación es una barrera que nos quita competitividad como productores. Y después se aplica sobre el precio. En el caso de la soja, el trigo, el maíz y en la propuesta de ley ómnibus a muchas economías regionales, están buscando llevar del 0 al 15 por ciento ese derecho de exportación o en otros casos de 9 a 15 o de 7 a 15, con lo cual impacta en los procesos biológicos como son los procesos del campo.
Seis meses en una cosecha, cinco o seis años para criar un novillo y que esté en la carnicería o 20 años para desarrollar una plantación forestal. Este cambio en las reglas del juego genera mucha incertidumbre, mucha falta de previsibilidad y obviamente en vez de contribuir a aumentar la inversión, genera mucha más cautela en el productor que espera ver cómo se acomodan las variables. Así que ese es uno de los temas principales que estamos discutiendo en el Congreso, tratando de buscar una salida que sea positiva para el país".
NA: Luego del discurso del presidente en World Economic Forum de Davos ¿cómo observan el posicionamiento del país en el mundo en esta nueva etapa?
Manuel Chiappe: “Más que la Argentina, te diría que el mundo va hacia una apertura completa, tal vez no en tratados internacionales por ahí, por bloques, sino en tratados individuales, unilaterales entre países y tenemos que abrirnos al mundo. El mundo necesita lo que Argentina produce, no sólo alimentos sanos y trazables, sino también servicios ambientales, biocombustibles, bioplásticos, toda la variable ambiental que puede ofrecer el campo argentino y que lo hace hoy de una manera muy eficiente”.
NA: Ahora bien, cuando un productor argentino quiere ingresar con sus productos al mercado europeo siempre surge alguna traba fitosanitaria. En esos casos, ¿el mundo no se cierra?
Manuel Chiappe: “Si pero, al mismo tiempo se abren oportunidades, porque muchas de esas trabas son ambientales, entonces la carne argentina, el maíz argentino, el trigo argentino tienen una de las huellas de carbono más bajas de todo el mundo. Entonces esas trabas que se ponen a veces en el camino pueden ser la oportunidad para que nuestros productos tengan un valor preferencial comparado con el mismo maíz, el mismo trigo, la misma carne que viene de Brasil o de Estados Unidos. Entonces, la habilidad nuestra está en saber explotar eso en los mercados que correspondan. Obviamente no es un trabajo fácil y por eso insistimos en la importancia de la estabilidad de las reglas de juego”.
NA: Me sorprende, entonces, donde muchos observarían dificultades ustedes ven oportunidades…
Manuel Chiappe: “Definitivamente. Se habla mucho de la firma del Tratado, Unión Europea-Mercosur, y también, se habla mucho de negociaciones unilaterales, y creo que tenemos que ir hacia ese esquema y aprovechar las oportunidades que nos da el mundo. Hoy el mundo nos está buscando. Un ejemplo, productores de biocombustibles en Rosario, en la zona de Villa Constitución, exportan biodiesel a un pueblo en Suiza y uno se preguntaría ¿por qué nos compran el biodiesel producido de derivados de la soja en Rosario para un pueblo en Suiza? Porque al comprar ese biodiesel generan un 70% menos de huella de carbono que es lo que le exige el país a esa ciudad, que lo usan para las calderas y demás.
Entonces ese tipo de oportunidades hacen que nuestro biodiesel valga la pena llevarlo en barco desde acá hasta Europa y aún así es competitivo en un mercado como el europeo. Tenemos ese potencial. Y bueno, y buscar ahí esas oportunidades que el mundo te las da. Entonces en un país donde necesitamos dólares, donde necesitamos exportar, donde necesitamos estabilizar las variables macroeconómicas, creo que esa es una muy buena estrategia de empezar a construir”.
NA: ¿Cómo están trabajando con los legisladores nacionales que conocen el campo y vienen de pueblos agropecuarios a diferencia de aquellos que provienen de grandes ciudades?
Manuel Chiappe: "En el trabajo de Barbechando de estos últimos 15 años en el Congreso de la Nación, se está materializando en el reciente bienio, un frente legislativo agropecuario. Básicamente, son legisladores que no necesariamente vienen del agro o son productores agropecuarios, pero que sí entienden que hay que desarrollar políticas públicas agropecuarias, porque si es bueno para el campo, es bueno para la Argentina.
Entonces a través de un trabajo interdisciplinario, mapeamos a estos legisladores, los juntamos en reuniones, nos ponemos a conversar, les planteamos los proyectos y hay muchísimo interés en continuar este trabajo que iniciamos el año pasado de armar un frente legislativo agropecuario. O sea trabajar con legisladores de distintos partidos políticos, con propuestas, con una agenda específica, para lo cual estamos también trabajando con la parte inicial de todo eso, que es unificar mensajes, agendas y visión del campo argentino, para ir a la política con una propuesta concreta.
Y la verdad que nos ha ido muy bien, estamos trabajando con las cuatro cadenas principales, soja, maíz, trígo y girasol, con entidades técnicas, con algunas entidades gremiales, para convertir esas agendas en proyectos de ley o en mejoras de proyectos de ley existentes y trabajar como insumo de este frente legislativo agropecuario.