La consultora Ecolatina señaló hoy en un informe que el salario real cayó 3% en 2020 que sumado al 17,5% de los dos años previos da un total de 20,5% de pérdida de poder adquisitivo. En este contexto asegura que la política de ingresos será uno de los principales desafíos del Gobierno durante este año electoral pero que aún así la proyección es caerá 1% este año. 

El trabajo destacó que si el Coronavirus y las restricciones operativas se van relajando a lo largo del 2021 y si el Gobierno pospone los ajustes tarifarios, "habría una recuperación del poder adquisitivo entre puntas, mayor al 3% en el caso de los empleados formales. Este avance, aunque no lograría compensar la pérdida del año pasado, y mucho menos la acumulada desde 2018, podría ayudar a apuntalar el alicaído humor social".

Sin embargo enfatizó que como en los últimos años, la clave estará en el frente cambiario. "Con un dólar oficial controlado, y un acceso relativamente fluido al mercado para la gran mayoría de las importaciones, la inflación también estará contenida y las posibilidades de que el poder adquisitivo mejore serán relevantes. En cambio, con tensiones cambiarias similares a las de la segunda mitad del 2020, las chances de recomposición se reducirán sensiblemente". 

En el trabajo, consultora destacó la caída del salario en 2018 y 2019 producto de que las paritarias no anticiparon aceleraciones inflacionarias. "El poder adquisitivo de los empleados registrados sufrió en demasía la crisis de la segunda mitad de la gestión Cambiemos. En respuesta, el Frente de Todos enfocó su campaña de 2019 en apuntalar los ingresos de los asalariados, y los aumentos de suma fija decretados al comienzo de 2020 intentaron cumplir esta promesa".

El 2020 el impulso que tuvieron los salarios fue atravesado por la pandemia. "El salario formal trepó casi 14% durante el primer trimestre del año pasado, prácticamente duplicando a la inflación del período. Sin embargo, la llegada de la pandemia y la cuarentena dieron por tierra con cualquier intento de recuperación del salario real. Entre abril y agosto, en un contexto de caída inédita del nivel de actividad y disparada de la incertidumbre, muchos gremios postergaron sus paritarias, resignando cualquier mejora de poder adquisitivo, pero apostando a mantener los puestos de trabajo".

Así entre abril y agosto los salarios de los trabajadores registrados avanzaron 3,3% en estos meses, muy por debajo de una inflación que acumuló más de 8,5% en el período. "En consecuencia, el salario real retrocedió casi 6% entre abril y agosto, ubicándose 2,5% por debajo de los niveles de cambio de gobierno. En un contexto de crisis, priorizar el ajuste por precios -ingresos- en lugar de hacerlo por cantidades -puestos de trabajo- ayudó a repartir los costos entre más personas y atenuar los costos sociales del Coronavirus y la cuarentena; no obstante, lejos estuvo de evitar los problemas", aseguró Ecolatina.

El informe destaca que la situación de los trabajadores informales, fue mucho peor ya que al estar “en negro”, perdieron directamente la totalidad de sus ingresos en muchos casos -o quedaron a merced de la “buena voluntad” de sus empleadores. "La falta de regulaciones sobre esta parte del mercado les impidió acceder, al menos de manera directa, a los ajustes de suma fija de enero y febrero pasados", indicó.

"En el último cuatrimestre del 2020, la relajación de la cuarentena impulsó la recuperación del nivel de actividad, que habría cerrado el año poco más de 3% por debajo de nivel de fines de 2019 -cuando llegó a estar más de 10% por debajo en el segundo trimestre-. En respuesta, comenzaron a tener lugar muchas paritarias -prevaleciendo los aumentos de suma fija o la incorporación al básico del incremento de principio de año-, intentando recomponer parte de la pérdida de los meses anteriores", precisó.

Así aseguró que los salarios nominales de los trabajadores registrados habrían acumulado una suba de 13% entre septiembre y diciembre. Sin embargo, los precios también tuvieron su dinamismo y les ganaron a los ingresos: la inflación totalizó 14,4% en el período y el salario real de los trabajadores se redujo 1,2% en último cuatrimestre de 2020, acumulando una caída de 2,3% en el año.

Como resultado, el poder adquisitivo encadenó en 2020 su tercer año seguido en rojo, perdiendo casi 20% desde comienzos de 2018. En el promedio anual el deterioro del salario real registrado fue de 3,2% en 2020.

"Más allá de qué porcentaje se analice, se observa una clara tendencia general: los trabajadores perdieron poder de compra sistemática y constantemente en los últimos tres años, en un primer momento por la disparada del dólar y en una segunda instancia por la profundización de la crisis económica que generó la pandemia".

Respecto de la suerte que pueden correr en 2021 el trabajo enfatizó que la política de ingresos será uno de los principales desafíos del gobierno durante este año electoral. "El gobierno buscaría que los acuerdos se alineasen cerca de la suba de precios aprobada en el Presupuesto 2021 a fines de septiembre pasado (29%). De esta forma, se evitaría presionar sobre otras variables nominales y los riesgos de una aceleración inflacionaria se reducirían", sostuvo.

Sin embargo el trabajo destacó también las últimas previsiones del Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, que se conoció el viernes pasado en el que la inflación proyectada es del 50% este año. 

En esa línea Ecolatina indicó que "las posibilidades de recomponer las pérdidas de poder adquisitivo estarán atadas a los niveles de actividad a los que opere cada sector en gran medida. Aquellas ramas que siguen paralizadas y precisan que el Estado se haga cargo de parte de sus salarios -algunos servicios- podrán tener ajustes en línea con la pauta oficial, mientras que los que ya están operando con normalidad -incluso hay algunas ramas de actividad trabajando por encima de los niveles de 2019- podrían aspirar a aumentos más significativos, revirtiendo parte de la caída de los últimos años".