Los inversores jóvenes rechazan a las inmobiliarias que se quedaron en el tiempo
La nueva generación de inversores en propiedades desembarcan desde nuevas plataformas que el formato tradicional de la inmobiliaria no cubre y lo pasan de largo.
La inversión en ladrillos volvió como opción financiera de renta fija a largo plazo desde que la inflación baja, la desregulación de los alquileres, el regreso del crédito hipotecario y el blanqueo cambiaron las reglas de juego.
La llegada de nuevos jugadores contribuye a mejorar la educación financiera y permite una mayor diversificación de las carteras.
La gran novedad es que evoluciona una nueva generación de inversores en Argentina: jóvenes que, gracias a nuevas plataformas, desembarcaron en el mundo de las finanzas de una manera más fácil, rápida y accesible.
Su característica es el desapego a convencionalismos y la búsqueda de rendimientos que les financien el disfrute de la vida, a lo cual acceden mediante el manejo de tecnologías de punta y la versatilidad en adaptarse a rápidos cambios de los hábitos de consumo.
De ahí que se hayan convertido en locomotoras de la vanguardia inversora e impongan nuevos enfoques de administración del dinero.
Estos centennials y millennials desafían las normas tradicionales y establecen nuevas tendencias.
Así como asumen riesgos invirtiendo su dinero en títulos como Cedears o en Criptos, cuando llega la hora de planificar y definir sus metas, pretenden ir a lo seguro.
Por esto es que demandan ser acompañados con propuestas y alternativas de inversión con un respaldo seguro y con montos sumamente accesibles.
El nuevo Real Estate
En este sentido, la industria de Real Estate busca ofrecerles una alternativa de inversión segura y hacer inclusivo algo que durante muchos años fue solo para un público selecto.
Procura generar rendimientos pasivos con inversiones de montos mínimos y en distintas propiedades, en muchos casos sin siquiera tocar ladrillos.
Es que hoy se puede invertir en varias propiedades al mismo tiempo como si fuera un fondo, al igual que los grandes magnates, pero con montos accesibles, lo que permite recibir rentas mensuales de inmuebles en lugares como Miami y Uruguay, sin el estrés de administrar propiedades y con opciones de liquidez.
En la última década, las inversiones se han democratizado, y el Real Estate, aunque rezagado, está avanzando.
Réquiem a la clásica inmobiliaria
Raramente abrevan de la clásica vidriera inmobiliaria, que se limita a mostrar ofertas estáticas como si fueran mercaderías con precios.
El martillero que ahora demandan debe tener el perfil de un broker como el del Primer Mundo: asesor en finanzas y en escenarios macroeconómicos, capaz de trazar proyecciones
"En nuestro país buscar refugio y seguridad en el dólar es una costumbre que pasa de generación a generación a diferencia de otras grandes potencias de Latinoamérica, sin embargo el ecosistema financiero ha evolucionado y hoy permite en tres clics poder invertir y acceder a dólares, acciones, cripto, entre otras", explica Gonzalo Abalsamo, co fundador y CEO de Simplestate.
De modo que la renta inmobiliaria se considera en ese contexto una opción financiera más, si bien más segura, con tasas de retorno diferenciadas.
Hasta hace poco, invertir en bienes raíces solía resultarles a los jóvenes un proceso complicado, dado que prefieren evitar conversaciones telefónicas con vendedores y no quieren que su capital quede bloqueado por años.
El modelo de Mercado Pago
El Real Estate está adquiriendo una dinámica, aún incipiente, que apunta a ofrecer soluciones más accesibles y convenientes, con el modelo de Mercado Pago como referencia.
La clave está en el desarrollo de herramientas que permitan invertir con solo unos clics sobre propuestas claras y atractivas para sus códigos.
Actualmente, los jóvenes saben más de finanzas y son más conscientes de la importancia de planificar su futuro financiero, concretar metas y buscar herramientas para asegurar su estabilidad económica a mediano y largo plazo.
El ahorro lo conciben para afrontar imprevistos y también construir un colchón de seguridad, a diferencia de las anteriores generaciones, para las que servía de arma defensiva contra la inflación y la inestabilidad institucional, lo cual explica los ¿400 mil millonesde dólares? de argentinos debajo de los colchones.
"Pretenden hacer rendir los excedentes que guardan para comprar un auto, viajar o destinar recursos a su capacitación", interpreta Abalsamo.
Se afanan por tomar decisiones sin depender de terceros. Suelen confiar más en la tecnología y no solo para tener información y educarse, sino también para elegir nuevos estilos de vida.
Este público joven, atravesado por la era digital, está reconfigurando el concepto de ser 'propietario' y el vínculo que pueden tener con el “ladrillo”.
Está abriendo paso a un sector inmobiliario regido por la búsqueda de alternativas accesibles y tecnológicas y que desafía los paradigmas establecidos, con la mira en un futuro financiero más sólido en un contexto desafiante.