Los incendios en el Litoral y la falta de recolectores para levantar la cosecha ponen al borde de la quiebra a muchos productores
Una vez más se pudren toneladas de frutas pese al decreto de Alberto Fernández para que los trabajadores temporarios no pierdan beneficios. Además los incendios jaquean el futuro de los agricultores.
La denuncia mediática del productor agropecuario misionero Ricardo Ranger del año pasado y la confirmación del propio ex ministro de Agricultura, Luis Basterra, que dijo a los periodistas del canal Misiones Cuatro TV, en mayo del 2021, cuando ejercía el puesto de máxima autoridad nacional en la materia, que “la gente no quiere trabajar por culpa de la competencia de los planes sociales”, pusieron en evidencia lo que muchos empresarios afirman en voz baja en las conferencias cuando se bajan de los escenarios donde disertan, “se perdió la cultura del trabajo”.
NA realizó consultas a los productores oriundos de la provincia de la tierra colorada y, si bien muchos de ellos no quisieron dejar sus nombres para evitar posibles represalias del gobierno provincial y nacional que se traducen en profundas inspecciones laborales e impositivas, hubo coincidencias en que este año volverán a verse frutas podridas en los ricos suelos donde se sembraron, naranjas, limones, pomelos, entre otros productos regionales, por falta de mano de obra temporal que recoja los productos del agro.
Y, todo ello, a pesar del decreto 514 firmado por el Presidente Alberto Fernández que entró en vigencia el 1º de septiembre pasado.
Una norma que tiene una vigencia por los próximos dos años y permite que los trabajadores blanqueados temporalmente para levantar las cosechas, denominados popularmente “trabajadores golondrinas”, reemplacen los beneficios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) por las Asignaciones Familiares, estableciendo que los montos a pagar de éstas últimas no sean menores a los que se cobra por ser beneficiario de la AUH.
Además, si son blanqueados, no pierden en el futuro beneficios sociales como la AUH, la Tarjeta Alimentar, el Plan Trabajar y otros.
También establece, en su artículo 3°, que los titulares de la Tarjeta Alimentar o el plan Potenciar Trabajo, no perderán esos beneficios y los seguirán cobrando aun cuando estén trabajando en la zafra yerbatera o tealera, por citar dos casos.
Pero, los problemas para tener personal, en un país con una tasa de desempleo del 8,2% de su población económicamente activa y de subocupación del 12,2%, según los datos dados a conocer de manera oficial por el INDEC durante el 3°trimestre de 2021, continúan no sólo en provincias del Litoral, como Entre Ríos, Corrientes y Misiones sino, también, en Río Negro, Neuquén, Mendoza y San Juan.
Para evitar más pérdidas motivadas por falta de mano de obra, el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre) junto a los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social, llevaron adelante operativos territoriales en el Alto Valle para apelar a la difusión de los nuevos beneficios para la registración de los trabajadores dispuestos por el decreto citado anteriormente. Una iniciativa para combatir la economía en negro.
Se trata de un conjunto de trabajadores que alcanza una cifra cercana a las 250.000 personas y el objetivo de los funcionarios nacionales es informar de las posibilidades abiertas para compatibilizar las contrataciones por la cosecha con los beneficios de planes sociales.
Luego de las cuarentenas estrictas y pasadas las elecciones de medio término del 2021, las condiciones laborales parecen no haber variado demasiado, al menos en las provincias mesopotámicas.
Pablo Vernengo, director ejecutivo de economías regionales de la CAME, viene alertando acerca del riesgo que existe que la letra del decreto presidencial se convierta en letra muerta, y lo hace desde hace varios meses. "A la fecha que estamos dialogando, lamentablemente, en muchas de las provincias, le diría en casi todas, no hemos obtenido una buena repercusión de la medida adoptada por la compatibilización de los planes sociales y el trabajo en blanco".
El sector de las economías regionales, de la que tanto hablan los políticos cuando están en campaña, está compuesto por más de 30 complejos productivos y tiene una incidencia dentro de las explotaciones agropecuarias del 63%, constituidas, usualmente, por pequeñas y medianas empresas que dan vitalidad a los pueblos de cada provincia donde se asientan. Por ejemplo, según datos oficiales de comercio exterior, exportaron e ingresaron divisas al país por un total de 7.015 millones de dólares en 2020, el año de la pandemia, y según los registros del Ministerio de Trabajo contrató al 70% de la mano de obra rural.
En el Litoral la situación comienza a tener ribetes de catástrofe por los incendios y la sequía
En Mercedes, el pasado 11 de febrero, se reunieron más de 400 productores de Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones y Entre Ríos para reclamar que las autoridades “no sólo sean socias en las ganancias sino también en las pérdidas” y realizar un dramático llamado para que dispongan inmediata asistencia ante las pérdidas y las consecuencias actuales y futuras de lo que se definió como uno de los peores dramas de la historia en el Litoral.
Los daños por los incendios, que ya devoraron más de 500.000 hectáreas en la región y una de las peores sequías de la historia, tienen el agravante de que empeoran día a día y no hay pronósticos de lluvias importantes en el corto plazo.
En el caso de Misiones, está afectando cada vez más a los yerbales, con pérdidas que algunos ya estiman en un 50% de la producción para la zafra 2022. A esto hay que sumarle el impacto en otras actividades como la ganadera, la industria maderera y la producción de hortalizas.
En el predio de la Sociedad Rural de Mercedes, muy cerca de los incendios registrados, estuvieron presentes los referentes de la Mesa de Enlace del agro como el titular de la SRA, Nicolás Pino y referentes de Federación Agraria, Martín Spada, director por Chaco y de Coninagro con Nicolás Carlino, integrante de la CD.
Se escucharon más de 30 exposiciones que resumieron el desastre que se está viviendo y la necesidad de incrementar las ayudas económicas porque “el alcance de las pérdidas económicas por los incendios, pero fundamentalmente por la sequía prolongada, agravada porque es el tercer año de déficit hídrico, es mucho más profundo de lo que se evaluaba hasta ahora. Tratamos de hacer un cálculo conservador y además, una estimación hasta esta fecha, porque cada día que no llueve el cuadro se agrava”, dijo Francisco Velar, productor ganadero al sitio planbmisiones.com
Los integrantes de la Mesa de Enlace se llevaron el mandato urgente de dialogar con el ministro Julián Domínguez para facilitar ayudas rápidamente y avanzar en un plan que revalorice la cultura del trabajo.