En la última presentación realizada en la Cámara Suizo Argentina, el economista tucumano Ricardo Arriazu, se explayó sobre el "fuerte impacto sanitario de la segunda ola. El impacto económico fue marginal y corto".

Así reza en la carátula del informe, y en orden local, sostuvo que “las perspectivas del año se verán afectadas por la situación de la pandemia, la suba de los precios internacionales de las materias primas y por la conflictividad política en un año electoral, por las negociaciones con el FMI y por las presiones inflacionarias”.

Ex director del Banco Central, consultor del Fondo Monetario Internacional, del Banco Interamericano de Desarrollo y organismos vinculados con la comunidad financiera internacional, le puso su nombre y trayectoria a uno de los estudios que gozan de mayor reputación entre las grandes compañías del país; Arriazu Macroanalistas, se llama, y su informe es muy esperado por los empresarios antes de tomar decisiones.

Obvio que en el análisis se refiere al hemisferio norte, y ya habla de la aparición de una tercera ola, que sería segunda retardada en América Latina. 

Los récords se siguen batiendo a principios de enero y aunque en forma muy dispar, la vacunación avanza en algunos países, mientras en otros ni siquiera empezaron a aplicarla.

Los comportamientos económicos quedaron subordinados a la pandemia y hoy importa más la combinación de confinamiento y dosis inoculadas para determinarlos.

Señala en un gráfico el rebrote de casos, donde claramente a mediados de febrero la curva argentina comenzó a subir junto a Brasil e Italia. Un mes después, estos dos cedieron y nuestro país continuó en alza.

Bases de datos

El coronavirus absorbe la atención de los economistas, tal el caso de Martín Tetaz, quien dedica su reporte último a cómo gestionar la base de datos para calibrar el pánico y no tomar decisiones equivocadas, "con impacto en la economía, pero sobre todo en la confianza y autoridad del gobierno".

Sin embargo, por encima de cualquier sintonía fina que cruce información entre testeos y contagios efectivos, subraya que se saltó de 14,7% de positividad el viernes 26 de marzo, al 26,6% el primer viernes de abril, "lo que implica una tasa de crecimiento semanal del 34,5% (proxy de un R=1,345). A ese ritmo el sistema de salud colapsa en cuestión de semanas", vaticinó.

Las proyecciones relacionan directamente las ventas minoristas con los confinamientos, lo mismo que la producción industrial de las potencias, que se halla amesetada.

La economía le pone un límite a las restricciones de la segunda ola

Arriazu pronosticaba un 5,8% de crecimiento para la Argentina este mes, como consecuencia del rebote de una caída mayor al 10% el año pasado, una de las más empinadas del mundo, que más que triplicó a la de los países emergentes y en desarrollo.

Para 2022, la tasa vuelve al 2,5%, a mitad de camino de la esperada en ese subgrupo. Pero no será esta una evolución de tiempos de nueva normalidad porque el mundo se prepara para más embates del virus.

La canciller de Alemania, la cristianodemócrata Angela Merkel, defendió ante el Parlamento este viernes la necesidad de aplicar medidas más estrictas, como el toque de queda nocturno, para intentar frenar el avance de la pandemia del coronavirus- No se trata de un "invento nuevo”, argumentó, pues se ha usado ya en Reino Unido, Francia, Países Bajos y Portugal, y ayuda a reducir la movilidad de las personas. Aclaró que la tercera ola tiene "fuertemente agarrado” al país.

Al mismo tiempo, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó que el mundo "se está acercando a la tasa de infección de Covid-19 más alta hasta ahora durante la pandemia", ante un gran incremento de casos en muchas zonas del planeta. Señaló que si bien los nuevos epicentros del virus a nivel mundial son Brasil e India, puso como ejemplo a Papúa Nueva Guinea, que hasta principios de año había reportado menos de 900 casos y 9 muertes y ya notificó más de 9.300 positivos y 82 fallecidos.

"Aunque estas cifras siguen siendo menores que las de otros países, el aumento es brusco y la OMS está muy preocupada por la posibilidad de una epidemia mucho mayor", manifestó.

En los laboratorios de los economistas avanza la idea de construir un índice Covid, transversal a todas las variables macroeconómicas.