Los despachos de cemento alcanzaron en julio a 870.853 toneladas y tuvieron una baja del 13,2% en comparación con el mismo mes del año pasado, según los datos aportados hoy por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP).

La caída es la decimosegunda consecutiva de una serie negativa iniciada en agosto de 2019 y sirve a manera de anticipo de un previsible nuevo descenso de la actividad de la industria de la Construcción, que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el 3 de septiembre.

Los datos de junio mostraron una caída del 14,8%, la vigésimo segunda consecutiva, en tanto para ese mes el retroceso de los despachos de cemento había sido del 6,9%.

De esa forma, la evolución de la actividad cementera tuvo un julio un quiebre en la tendencia de los últimos meses, en los que si bien las caídas interanuales continuaban, se evidenciaba un recorte porcentual.

Fue así que después del derrumbe récord del 55,1% en abril, primer mes de aplicación plena del aislamiento social, preventivo y obligatorio, se pasó a una baja más atenuada en mayo, con -32,9%, y mucho más en junio, con un 6,9% de retroceso respecto del mismo mes del año pasado.

En la menor baja del sexto mes del año tuvo cierta incidencia el apagón generalizado que hubo en el país el domingo 16 de junio de 2019, ya que la base de comparación es inferior a la de otros meses.

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El reporte de la AFCP muestra que las 870.853 toneladas de los despachos totales estuvieron compuestas por 865.869 toneladas destinadas al consumo interno y 4.966 toneladas para la exportación, en un mes en el que, como en los 18 anteriores, no hubo importaciones de cemento.

Los despachos acumulados en los primeros siete meses del año fueron de 4.697.718 toneladas, un 27,9% menos que en el mismo período del año previo, en tanto las proyecciones provisorias de la AFCP para todo 2020 dan cuenta de una caída del 20,7% en relación con los niveles de 2019, si bien se advirtió que esos números están sujetos a revisión “considerando la incertidumbre de la situación sanitaria”.

Al respecto, la construcción fue uno de los sectores más desfavorecidos en el asilamiento social, debido a que no fue considerado un sector esencial, lo que se reflejó en una de las caídas más pronunciadas dentro de la industria en general, tanto en producción como en consumo.

No obstante, las empresas de comercialización de materiales para la construcción que elaboran periódicamente el índice Construya reportaron en julio una mejora en las ventas del 13,6% interanual y del 27% en relación con junio.