Por Gabriela Russo (*)

En la actualidad, el sistema tributario argentino es complejo y eso se traduce en incumplimientos que terminan afectando de manera directa a las arcas de los Estados (sea nacional o provinciales).

Está claro que requiere un cambio urgente y somos los contadores quienes estamos mejor capacitados para llevar a cabo una propuesta integral y equitativa.

Precisamente, desde el Consejo Profesional de Ciencias Económicas fuimos convocados por la Subsecretaría de Ingresos Públicos que pertenece a la órbita de la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía Nacional para colaborar en la próxima reforma impositiva y estamos trabajando en un proyecto amplio, que incluye modificaciones en todos los impuestos y en los procedimientos.

El objetivo es lograr un régimen tributario equitativo y no regresivo, que permita alcanzar una estabilidad fiscal hoy ausente. Para ello, pensamos que es necesario eliminar algunos tributos, cambiar otros y crear nuevos de manera que exista una armonía en todos los niveles de Gobierno.

Para comenzar, creemos que es necesario cumplir con una vieja deuda pendiente: dictar una nueva Ley de Coparticipación. También, pensando en federalismo, es que consideramos que hay que unificar los Códigos Fiscales provinciales y apuntar a mejorar con medidas fiscales de excepción a las economías regionales y a las PyME.

Con vistas a lograr mayores exportaciones, fuente primordial de divisas, pensamos en la necesidad de implementar incentivos a quienes exportan, al tiempo que hay que establecer derechos de importación diferenciales para aquellos productos clave para el desarrollo de las actividades de producción e industrialización.

En esta línea, es vital crear incentivos fiscales sobre las actividades de industria y servicios -tanto para el mercado interno como el externo- para disminuir la primarización de la economía e incentivar la exportación de manufacturas y no exclusivamente de materias primas.

Asimismo, planteamos que deben articularse medidas concretas para combatir la evasión, tales como implementar mayores controles a los focos de evasión detectados, fomentar la educación tributaria, institucionalizar un mecanismo de premios a quienes solicitan factura y un mayor control para quienes no la emitan.

Un elemento esencial hoy en día es el de incorporar una mirada de género en relación con los temas tributarios, para lo que ya se presentó una propuesta con medidas concretas sobre esta temática con el fin de lograr un sistema tributario equitativo que permita eliminar o al menos disminuir los desequilibrios existentes en la Sociedad.

Otro de los aspectos clave que no puede quedar fuera de la próxima reforma tributaria tiene que ver con el ajuste por inflación.

En concreto, creemos necesario modificar la ley actual para evitar inconsistencias y establecer un nuevo marco normativo que no afecte la recaudación.

Por otro lado, también pensamos en una modificación sustancial de los impuestos patrimoniales. Para el caso de Bienes Personales, planeamos que no debe alcanzar a los patrimonios de subsistencia y que debe considerarse como contribuyente a la unidad familiar. Además, la alícuota debe ser progresiva.

Por último, consideramos conveniente crear un Impuesto a las Herencias, Legados y Donaciones a nivel nacional -reemplazando a los impuestos provinciales que tengan el mismo fin- y eliminar tributos distorsivos como el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios. Entre otras medidas que se propusieron.

(*) - Presidenta del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires.