Los Ceos se zambullen en el mundo de IA para saber cuándo aplicarla y dónde en cada caso
El 83% de las experiencias no demostró resultados, según un estudio de McKinsey Global Institute y los avances tecnológicos solos no garantizan su efectividad.
Los Ceos recalculan la implementación de Inteligencia Artificial en las respectivas empresas, luego de que un estudio de McKinsey Global Institute afirmó que solo el 17% de las que la incorporaron lograron un impacto en sus resultados.
Nada menos que el 83% restante se encuentra en diferentes etapas de implementación o no alcanzó los objetivos previstos.
Sin embargo, las organizaciones de Latinoamérica con más de 1.000 empleados están agilizando la incorporación de Inteligencia Artificial (IA): un 67% de los profesionales de tecnología de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú aseguraron acelerar el uso de IA en los últimos 24 meses, cifra que está por encima de la media mundial, que corresponde al 59%, de acuerdo con un último estudio de Morning Consult para IBM.
Los máximos responsables de las compañías, por encargarse de establecer la visión y la estrategia, evalúan la utilización de la IA de manera ética y responsable, pero en cada caso aplicada a su industria, el tamaño y recursos disponibles.
Entienden que la IA es una herramienta increíble en pleno desarrollo que, correctamente aplicada, puede transformar industrias enteras, y reconocen la capacidad que tienen para complementar las habilidades humanas, aumentar la eficiencia y fomentar la innovación.
Pero contraponen las limitaciones:carece de empatía, juicio moral y habilidades de liderazgo, esenciales en la toma de decisiones empresariales.
Al mismo tiempo, admiten que los avances tecnológicos impulsan, generan cambios y facilitan procesos, pero se persuadieron de que la tecnología por sí sola no genera impacto: es el factor humano el que finalmente influye en la velocidad y profundidad de dichos cambios, muchas veces de manera más significativa de lo anticipado inicialmente.
Avance tecnológico
La velocidad de este avance tecnológico sin precedentes plantea retos significativos para las empresas: desde la necesidad de adoptar un enfoque ético ante un mayor escrutinio sobre el impacto social de sus implementaciones de IA, hasta cómo estas incorporaciones puede generar ciertos riesgos y cambios sobre el desarrollo diario de los colaboradores.
Uno de los sectores que ejemplifica esta revolución y comenzó a agilizar sus procesos con el uso de la IA es el correspondiente a las áreas de Desarrollo Humano o People Experience que emplea nuevas herramientas para agilizar tareas, antes utilizadas por los reclutadores, con el objetivo de efectivizar tiempos.
Ya se vino acreditando en sectores como la salud, las finanzas, la manufactura y el servicio al cliente, particularmente impactados por la automatización y las capacidades analíticas que esta herramienta ofrece.
Los Ceos son conscientes, no obstante, de que la IA no reemplaza las habilidades humanas, sino que las complementa, y que se integra a los equipos de trabajo como una herramienta que aumenta la eficiencia, potencia el análisis de datos y facilita la toma de decisiones informadas, explica Josefina Maluf, directora general de Integralis Consulting.
En consecuencia, deben desarrollar habilidades para guiar a sus empresas hacia el éxito en la era de la IA: comprender las tecnologías subyacentes, pero también tener una visión clara de cómo se alinearán con los objetivos empresariales.
No obstante ello, sostienen que resulta fundamental que involucren a expertos en IA en la toma de decisiones y establezcan sistemas de monitoreo y control robustos para mitigar riesgos potenciales de los sesgos propios del algoritmo de IA.
La privacidad y la seguridad de los datos, la equidad en la automatización de procesos y el impacto en el empleo son solo algunos de los desafíos que los CEO deben abordar proactivamente.
Solo a través de un enfoque integral y colaborativo podrán mantener la confianza de los stakeholders y cumplir con las regulaciones normativas en constante evolución.
Concluyen que en esta era de transformación digital el rol del CEO es crucial para guiar a las empresas hacia un futuro sostenible y ético.