El sector agroexportador realizó en marzo liquidaciones por 2.773 millones de dólares, la mejor marca para ese mes desde que se cuenta con registros, de acuerdo con lo informado por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

Las liquidaciones de marzo representaron un incremento del 53,22% en relación con las de febrero y del 160,59% en la medición interanual, si bien en este caso pesó la baja base de comparación de los primeros meses del año pasado, debido a la postura del sector de adelantar las liquidaciones a fines de 2019.

El ingreso de divisas de marzo fue exactamente de e 2.773.576.208 dólares y en el primer trimestre se acumularon 6.724.006.940 dólares, un 92,49% más que el mismo período de 2020.

CIARA-CEC destacó en su informe que el monto de marzo “resulta récord absoluto de las estadísticas de los últimos 18 años y de toda la historia de la exportación agroindustrial argentina”, en tanto hay que remontarse a junio de 2018 para encontrar una marca superior, con 3.833,2 millones de dólares.

“Una vez más, fue gravitante el aumento sostenido de la demanda de alimentos en todo el mundo por el ingreso en la ‘nueva normalidad’ y por la búsqueda en todos los países por recomponer las existencias internas, incluso de reserva”, indicaron las entidades presididas por Gustavo Idígoras.

CIARA-CEC destacaron al respecto “el dinamismo en los precios de los productos industrializados basados en la soja (la harina y el aceite son los principales productos exportados por la Argentina) y de los commodities en general”.

Asimismo, remarcó la importancia en el plano interno de “la liquidación de stocks para facilitar el ingreso de la próxima cosecha gruesa”.

De todos modos, como suelen señalar las entidades en sus informes periódicos, “las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas” debido a que “la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos”.

Esas liquidaciones, agregaron, dependen de “diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera”.

En el caso específico de la comparación con 2020, otro factor a tener en cuenta fue la actitud del sector agroexportador después de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto de 2019.

Los resultados de esos comicios fueron más favorables al precandidato Alberto Fernández que lo que los agroexportadores esperaban, por lo que resolvieron adelantar las liquidaciones antes del 10 de diciembre, previendo que el nuevo gobierno podría incrementar las alícuotas de los derechos de exportación, como finalmente ocurrió.

Ese comportamiento generó un aluvión de liquidaciones en el último cuatrimestre de 2019 y, como contrapartida, un nivel muy bajo en los primeros meses de 2020.

CIARA y CEC remarcaron en su informe que “la mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas”.

El complejo oleaginoso-cerealero aportó, el año pasado, el 40,78% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El principal producto de exportación del país es la harina de soja (13,5% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%, según estimaciones de las entidades.