Frente a la incertidumbre cambiaria y la dificultad para obtener dólares, ahorristas de ciudades fronterizas de Misiones optan por comprar "guaraní blue", una manera de buscar refugio ante una mayor devaluación del peso.

En localidades como Posadas, Puerto Iguazú y Bernardo de Irigoyen, los arbolitos ofrecen el guaraní y el real brasileño, ya que escasean los dólares.

Además del contexto cambiario, la proliferación de vendedores de divisas y compradores obedece a la reapertura de los pasos fronterizos, ante la flexibilización de medidas sanitarias contra la pandemia de Covid.

Desde hace años, el cepo cambiario cercenó la difusión de billetes norteamericanos y ello obligó a los pequeños inversores a elegir otras monedas.

Para los habitantes de Paraguay y Brasil, la Argentina está a precio de regalo al cambio y saben que en el mercado informal pueden conseguir una diferencia mayor.

La pandemia modificó la situación global, ya que un año y medio atrás los habitantes de la Argentina gastaban sus pesos en los comercios y ese dinero luego regresaba a Posadas, donde se cambiaba por dólares que a su vez retornaban a Paraguay.

Sin embargo, la devaluación del peso hizo que cientos de ciudadanos paraguayos lleguen a Posadas con sus guaraníes y buscan la moneda argentina para poder realizar compras en supermercados, estaciones de servicio y tiendas.

Si un habitante argentino cruza a Paraguay y efectúa una compra, la cotización es de 40 guaraníes por peso y en las cuevas se efectúa a 35 a 1.

De este modo, por cada 1.000 pesos se reciben 35.000 guaraníes, pero si un turista o comprador quiere hacerse de moneda argentina sólo recibirá entre 640 y 778 pesos por esos 35.000 guaraníes.

Según el valor oficial, cada peso cuesta 68 guaraníes.