La distribución del ingreso registró una leve mejora en el primer trimestre del año, de 1,1 puntos porcentuales respecto de fines de 2019, informó hoy el INDEC.

Pero sufrió un deterioro de 0,6 puntos en forma interanual, de acuerdo con la estadística oficial.

En el primer trimestre el ingreso promedio per cápita de la población alcanzó los $19.916, mientras la media fue de $14.500.

Se ubicó así apenas por encima del ingreso que un individuo necesita para no ser considerado pobre, según el costo de la canasta básica.

El 50% de los hogares tenía ingresos de hasta $ 42.886 y no llegaba a cubrir el costo de la canasta total de $ 41.994,86 para no caer en la pobreza.

El coeficiente de Gini, que mide el grado de desigualdad a través del ingreso, se ubicó en el primer trimestre del año en 0,444 (cuanto más se acerca a cero, más igualdad).

En igual período del año anterior había sido de 0,447, y de 0,439 en diciembre último.