El precio internacional del café se disparó en las últimas semanas por encima de los 200 dólares en Nueva York, por las adversas condiciones climáticas en Brasil, el principal productor mundial, para luego retroceder a la zona de los US$ 170.

Este lunes cerró a 173 dólares, con una baja del 3,6% respecto del viernes último, pero en el mercado temen que vuelva a subir si retorna la caída de heladas en los estados productores de Brasil, que podrían dañar los cultivos.

El commoditie, que viene en alza desde el arranque del año, tuvo su último salto empujado por el temor a que Brasil no pueda satisfacer la enorme demanda mundial.

Los estados de São Paulo y Minas Gerais, los dos mayores productores de café de Brasil, fueron las regiones más perjudicadas por el impacto del frío en las plantaciones.

La Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) del gigante sudamericano, dependiente del Ministerio de Agricultura, informó que la zona damnificada comprende “entre 150.000 y 200.000 hectáreas de cultivos de café arábiga”, lo que representa “entre el 8 % y el 11 % de los 1,8 millones de hectáreas cultivadas del país”.

Brasil es el productor y exportador número uno de granos de café del mundo, por lo que las recientes heladas y la sequía sufrida durante los últimos meses, son fenómenos que impactan en la variación del precio internacional.

En Estados Unidos la cotización subió en torno al 20% en los últimos diez días de julio, y acumula un alza del 53% en todo el mes.

El café arábica equivale al 82% de las exportaciones brasileñas referentes a dicha materia prima, en tanto que las del grano robusta significan el 9 %. La cotización en el mercado estadounidense trepó más del 40% a lo largo del año.

La Conab asegura que ya se ha cosechado alrededor del 70% de toda la producción cafetera para el año de cosecha 2021/22. De esta manera la preocupación por las consecuencias de las heladas se centran en la próxima campaña.

Argentina importa desde Brasil el 90% del café que consume, por lo que pueden verse alterados en el corto plazo los precios locales, tanto en los supermercados como en los bares, cafeterías o restaurantes.

La baja de precios de los últimos días fue impulsada por los anuncios de mejoras en el clima de las zonas de los cultivos brasileños y por diagnósticos menos pesimistas sobre los daños que afectaron a la cosecha.