Las condiciones financieras de la economía argentina empeoraron en marzo por segundo mes consecutivo, tanto por factores internos como externos. Así se desprende del Índice de Condiciones Financieras (ICF) que mensualmente difunde el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).

Según ese reporte, el ICF cayó en marzo por segundo mes consecutivo desde -85.8 a -110.8, volviendo al nivel que tenía en diciembre último. La pérdida mensual de 25 puntos fue la más abrupta desde julio del año pasado, cuando las condiciones locales hicieron derrapar al ICF: en esta ocasión la disminución del indicador "fue culpa tanto de las condiciones argentinas como de las variables internacionales, casi en partes iguales", señaló el IAEF.

El subíndice de condiciones locales se ubicó en –119.45 puntos, una caída de más de 11 puntos respecto de los 108.1 de febrero y, con este valor, el ICF local vuelve a los niveles de noviembre, pero todavía está más de diez puntos mejor que en octubre de 2022, que fue el piso del año pasado y el peor registro desde la serie desde 2005.

El componente local del ICF está negativo desde agosto de 2019 ininterrumpidamente y lleva 44 meses seguidos en zona de "stress". Nueve de los diez componentes cayeron en marzo mientras que uno sólo mejoró en la comparación intermensual: fue la inflación núcleo.

Las peores caídas se registraron con la depreciación esperada y el riesgo país, dado que los bonos soberanos se hundieron luego de que el Gobierno anunció que podría vender los títulos en poder de organismos del Estado.

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Por su parte, el subíndice de condiciones externas marcó su tercer mes consecutivo en terreno positivo y también se verificó que nueve de los diez componentes que lo integran cayeron: la variable que reflejan las monedas emergentes fue la única que zafó en marzo de 2023.

La pérdida más grande vino por el componente financiero del S&P 500 ya que el quiebre del Silicon Valley Bank y las dudas sobre numerosos bancos regionales llevó tensión al sistema financiero estadounidense. La liquidez global fue otra de las variables que sufrió fuertemente en marzo pasado.

Según el IAEF, el mundo "se empieza a mostrar un lugar mucho más difícil. Problemas con los bancos en Estados Unidos y Suiza, temas geopolíticos a partir de la situación entre China y Taiwán hacen que la situación internacional sea bastante hostil, incluyendo el riesgo de recesión en varios países".

"Si bien hoy la Argentina no está muy conectada financieramente con el mundo, es menester llegar a tener acceso al mercado de deuda para el sector público en 2025 si es que se quiere evitar una nueva reestructuración de deuda", advirtió la entidad empresaria. Además, consideró que el costo de esa deuda "será mucho más alta que la que consiguieron en los últimos dos años la mayoría de los países emergentes".