En medio de la sequía de dólares, las multinacionales reclaman divisas para cancelar deudas comerciales
Con saldos que se mantienen en pausa desde hace dos años, las casas matrices de compañías internacionales activaron la vía diplomática para cobrar sus divisas.
La demanda de dólares de las compañías multinacionales que operan en la Argentina comenzó a sentirse con más fuerza en los últimos meses, a través de la vía diplomática y referentes de cámaras empresarias que negocian una deuda comercial que alcanzó los US$ 34.259 millones durante el último año, según de datos de las principales cámaras empresariales y el Banco Central, indicó un informe de la consultora Analytica.
En el último trimestre, el nivel de deuda comercial superó el pico registrado en 2019, cuando el 40% de las compras al exterior se financiaban con créditos privados, según se desprende de los datos del BCRA.
El tema viene siendo reclamado por la Cámara de Importadores, la UIA y la Cámara de Comercio, entre otras entidades. Y se suma a los pedido de exenciones en la nueva aplicación del Impuesto PAIS a las importaciones.
La UIA señaló en un comunicado que "todo esto se da en un marco donde se multiplican los problemas para el giro de divisas al exterior tanto para bienes y servicios vinculada con la producción donde la aprobación de SIRAS y SIRASES resulta cada vez más difícil de obtener. Es clave generar los mecanismos pertinentes para darle la mayor celeridad posible a insumos críticos, bienes intermedios y repuestos para bienes de capital".
Tras alcanzar un extraordinario 58% en el inicio de la pandemia, la deuda comercial comenzó a descender hasta representar el 34% de las importaciones a mediados de 2022.
Desde entonces, el Gobierno forzó a las empresas a financiarse a través de sus proveedores en el exterior lo que elevó el stock al 38% de las importaciones a fines de 2022 y a un récord del 41,6% en el primer trimestre del 2023 (US$ 34.259 millones).
Mientras la deuda financiera suele ser con bancos y tenedores privados de deuda, la comercial se mantiene entre empresas del mismo grupo u otros proveedores comerciales.
Los ejecutivos que representan los intereses de estas compañías pusieron los números sobre la mesa y buscan abrir canales para destrabar compromisos que, incluso, superan los 2 años.
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Aunque los cambios de regulación para acceder a divisas, girar dividendos y pagar importaciones están vigentes desde hace tiempo, los líderes de las empresas internacionales lo ven como una tarea que los pone a prueba de forma constante y lleva "al límite" los vínculos entre los CEO´s locales y sus casas matrices.
"Los planteos se hacen; incluso nos han pedido documentación y se entregó detalle con montos y prioridades a la Secretaría de Comercio, pero cuesta lograr feedback", indicó el gerente de una Cámara que representa a más de 170 empresas. "Hay muy buen diálogo, pero hoy toda la atención se concentra en los permisos de importación", explicó.
En la misma línea, representantes de otra de las cámaras empresarias indicaron que "los pedidos se vuelven pura burocracia en el contexto macro actual; sin embargo, mantenerlos vigentes es una obligación como representantes de capitales extranjeros que apuestan al país".
Con las últimas regulaciones en materia de importaciones y el endurecimiento en el acceso a las divisas, las perspectivas de reducción de deuda privada no son prioridad, de acuerdo con fuentes oficiales. Por el contrario, el sector automotriz, que acumula deuda por US$ 8.000 millones, mantiene un compromiso de postergación de pagos: de 45 a 75 días en autopartes y de 120 a 190 días en vehículos.
El ranking deudor lo conforman el sector de la Electricidad (US$ 1420 millones), Comunicaciones (US$ 919 millones) y las manufacturas (US$ 17.917), de un total de 22 áreas relevadas.
Los datos muestran que el sector privado acumuló financiamiento más o menos voluntario, frente a normas, falta de acceso a mercado de cambios, que representa más de 3 puntos de producto", señalan especialistas en finanzas, y también aclararon que, aunque hoy es un tema "demorado", en algún momento "alguien lo va a tener que reordenar".
Sin embargo, en la vereda opuesta, algunos técnicos del ministerio de Economía, leen el endeudamiento comercial, como "señal de confianza" y garantía de reinversiones en el territorio nacional.
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Los pasivos, en números
La deuda externa del sector privado sumó US$ 87.711 millones al cierre del primer trimestre del año, según el último relevamiento del Banco Central de la República Argentina (BCRA), lo que implicó una suba trimestral de US$ 526 millones, a partir del incremento de la deuda comercial, mientras que la financiera mostró cancelaciones netas.
En cuanto a las importaciones, la deuda totalizó los US$ 34.259 millones en el tercer mes del año -según las cifras del Central-, lo que reflejó un incremento de US$ 2.878 millones en el trimestre y de US$ 9.766 millones en la comparación interanual, lo que representó un récord histórico en términos absolutos.
"En un contexto de crecimiento de los bienes importados, el ratio de endeudamiento se ubicó en 41,6% reflejando un aumento de 3,5 p.p. en el trimestre", destaca el informe del BCRA.
En la apertura por tipo de acreedor, el reporte señala que las empresas relacionadas fueron quienes más financiamiento otorgaron para este tipo de operaciones con una posición de US$ 19.089 millones, siendo el registro más elevado desde el comienzo de la serie, con un crecimiento de US$ 2.279 millones en el trimestre y de US$ 5.773 millones en el año.
Por su parte, el resto de los acreedores totalizó una posición de US$ 15.170 millones, con un aumento trimestral de US$ 599 millones y de US$ 3.993 millones en el año.
Del lado de las exportaciones de bienes, la deuda externa alcanzó los US$ 5.086 millones lo que reflejó una caída de US$ 2.351 millones con respecto al trimestre previo y de US$ 308 millones sobre el mismo periodo del 2022.
La caída trimestral se explica por la cancelación de los anticipos comerciales y las prefinanciaciones otorgadas por entidades financieras del exterior tomadas en los dos trimestres anteriores en el marco del "dólar soja" sumado al impacto de la fuerte sequía y heladas tempranas sobre la producción y exportaciones de productos agrícolas y sus derivados.
Por último, según el informe oficial, la deuda externa por servicios alcanzó a US$ 10.492 millones impulsando un máximo desde el inicio de la serie, con una suba de US$ 361 millones respecto del trimestre anterior y US$ 1.320 millones en la comparación interanual.