La recaudación de la provincia de Buenos Aires aumentó 24,9% en julio
Si bien sigue siendo negativa en términos reales, fue la mayor suba nominal en la pandemia
La recaudación impositiva de la provincia de Buenos Aires alcanzó en julio a $37.355 millones, con un aumento nominal interanual del 24,9%, levemente superior al 24% que en el mismo lapso registrada a nivel nacional la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
En términos reales, los ingresos tributarios bonaerenses tuvieron una caída interanual cercana al 12%, debido a la inflación acumulada en los últimos doce meses, pero la evolución de la recaudación a lo largo de la pandemia muestra una recuperación, en consonancia con la gradual flexibilización de las restricciones impuestas en el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
La relación entre recaudación y actividad económica quedó puesta de manifiesto también en el seguimiento del impuesto sobre los Ingresos Brutos, principal fuente tributaria de Buenos Aires en particular y todas las provincias en general, razón más que suficiente para bloquear todos los intentos de los gobiernos nacionales por reducir sus alícuotas.
Ese impuesto -que a nivel provincial es un termómetro de la actividad similar al IVA en el orden nacional- tuvo un incremento del 34,6%, lo que representa una caída del 4,7% interanual en términos reales, mucho menos que la baja del 17% promedio del segundo trimestre.
De todos modos, la Agencia de Recaudación provincial (ARBA) señaló que “la variación interanual de este impuesto indica un fuerte descenso del nivel de actividad, que se manifiesta en la caída de ventas sobre las cuales se recauda el impuesto”.
El organismo dirigido por Cristian Girard indicó que la recaudación de julio “estuvo explicada por el impacto de la pandemia de COVID-19 y las medidas que se tomaron como consecuencia”, si bien reconoció que hay una “crisis económica preexistente”.
Por otra parte, la recaudación del impuesto Inmobiliario tuvo una caída nominal de -21,4%, y para el impuesto a los Automotores el incremento fue de +18,7%, en los dos casos influidos por cambios en el calendario de vencimientos.
Al respecto, ARBA indicó que “al hacer la comparación interanual sobre un calendario de vencimientos equivalente al de este año se observa una caída de la cobrabilidad de los impuestos patrimoniales”, más pronunciada en el caso del inmobiliario baldío, inmobiliario edificado y embarcaciones, mientras que es menos significativa en el impuesto a los automotores y el inmobiliario rural.
El impuesto de Sellos tuvo un aumento nominal interanual del 13,3%, afectado en este caso “por el desplome de las operaciones en escribanías” y neutralizado por “una notable recuperación de la actividad de los Registros Seccionales (patentamientos y transferencias de vehículos automotores)”.