La petrolera al borde del default, que no tendría prestamista de última instancia
La firma incumplió un pago de u$s 5,2 millones, paralizó su pozo principal y la semana próxima puede entrar en default.
Por Lucio Di Matteo
ROCH es el apócope de Ricardo Omar Chacra, fundador, presidente y socio con más acciones de la petrolera así llamada. El año pasado ostentó el récord del pozo petrolero más productivo del país -San Martín, en Tierra del Fuego-, pero durante el 2020 acumuló una noticia desfavorable detrás de otra, en un mercado petrolero que además atraviesa una profunda crisis originada por la cuarentena a la cual obliga la pandemia del COVID-19.
Los problemas empezaron a notarse en abril, cuando ROCH debió paralizar el pozo San Martín por falta de demanda de su principal cliente: la chilena Empresa Nacional de Petróleo (ENAP), a la cual transportaba el crudo en camiones, y que paralizó sus operaciones por dos casos de COVID-19. Aunque el problema era de demanda, y no de transporte, en su comunicación oficial ROCH apuntó que la cuestión se agravaba porque la Terminal Cruz del Sur, operada por YPF, no funcionaba debido a la rotura de una monoboya con un siglo de antigüedad, que obligó a pedir repuestos que sólo se fabrican a medida en China.
El pozo más productivo del país, que en 2019 fue fortaleza, de repente se transformó en debilidad por factores ajenos a la empresa. El 45% de las exportaciones de ROCH en 2019 se originaron en Tierra del Fuego, y con el pozo San Martín paralizado, la empresa terminó eclosionando financieramente en junio. El 11 le comunicó a la Comisión Nacional de Valores que estaba atrasada en un pago de u$s 5 millones a su cliente Trafigura, y que tenía demorado un pago de u$s 1,3 millones; mientras que el 19 incumplió el pago de una Obligación Negociable (ON) por u$s 5,2 millones. Si no paga el jueves de la semana próxima, cuando se cumplan 15 días de ello, entrará en default.
Muy atrás en el tiempo, no tanto en días sino en circunstancias, quedó la Asamblea General Ordinaria del 27 de mayo, en la cual además de elegir autoridades -Chacra, su hija Silvana e Ivana Karina Román, hija de Alfredo- propuso un programa global de toma de deuda -mediante Obligaciones Negociables- por u$s 50 millones. El pozo San Martín ya estaba paralizado, pero el fin de la cuarentena no parecía tan lejano, y además ROCH no había incumplido ningún pago.
Dos socios en problemas y una tormenta perfecta
El 66,45% de la petrolera es de la familia Chacra, mientras que el resto pertenece al Grupo Logístico Román, fundado por Alfredo Román. Más allá del desafío de encontrar sucesión familiar (un problema de pequeñas, medianas y también grandes empresas), ni Ricardo Omar Chacra ni Alfredo Román, dos self made man criollos, están en su mejor momento.
En el caso del petrolero, no se le puede adjudicar responsabilidad en la caída de la demanda petrolera por el COVID-19, ni tampoco en la rotura de la monoboya de YPF. Pero, en la provincia donde más fuerte pisa ROCH, Tierra del Fuego, Ricardo Omar apostó fuerte por la reelección de Rosana Bertone como gobernadora, que perdió por tanta diferencia con Gustavo Melella -13 puntos- que ni siquiera hizo falta segunda vuelta para definir la elección.
“Cuando estaba Bertone, el Banco de Tierra del Fuego le dio un préstamo por u$s 2 millones”, recuerda Gustavo Melella, el actual gobernador, a cada interlocutor que le pregunte por la situación de ROCH. Ese préstamos se entregó a una tasa del 7,50% y con vencimiento en mayo del 2021. Condiciones más favorables que los 9,75% a 14% que ROCH se comprometió a pagar ante otros acreedores.
Con el recambio de gobernador, a ROCH se le terminó un posible prestamista de última instancia: el estatal Banco de Tierra del Fuego, cuyo accionista es la provincia. Por otra parte, si en lugar de Chacra la empresa apostara al otro dueño, Alfredo Román, tampoco se encontrará con la mejor situación. En mayo pasado, al hombre que inundó las rutas del país con sus camiones, le prorrogaron la concesión de su terminal en el Puerto de Buenos Aires, pero allí perdió a su principal cliente, la danesa Maersk, que redireccionó sus operaciones a otra de las terminales, de la cual es dueño.
En consecuencia, Roch se enfrenta a un escenario que podría ser de tormenta perfecta. De un lado, la producción petrolera paralizada, y aunque se reactivara, las dificultades para sacar el petróleo y gas desde su principal yacimiento. Del otro, un accionista mayoritario y uno minoritario que no están en su mejor momento, además de ser dos personas grandes que intentan transferir la operación de las empresas a sus hijos.
La semana próxima se sabrá hasta qué punto Ricardo Omar Chacra es capaz de reinventarse. El año pasado, un préstamo del Banco de Tierra del Fuego llegó justo a tiempo. Este año las pérdidas continúan: $ 43 millones de quebranto en el primer trimestre, cuando lo más duro de la cuarentena no había llegado. Chacra deberá reinventarse, apoyarse en su socio Román (lo que también parece difícil), o la petrolera ROCH entrará en default.