Por Lucio Di Matteo

Demián Axel Reidel, a pesar de ser apodado "Satán" por sus amigos, rezaba para que su nombre y su accionar quedaran en el mayor anonimato posible. Sin embargo, la anterior nota de NA sobre él (http://https://www.noticiasargentinas.com.ar/banco-central/manejo-la-mesa-dinero-del-bcra-mientras-asesoraba-fondos-del-exterior-n88741) activó una investigación sobre su accionar en el Banco Central de la República Argentina (BCRA), según le confirmó a este medio una alta fuente de la entidad. La misma, además, empalma con dos temas que Miguel Angel Pesce, presidente de la entidad, ordenó revisar. Uno es el pase de letras intransferibles a bonos, para luego pagar una usuraria tasa del 16% en dólares; el otro es el famoso "Carry Trade".

El primer tema puede traerle problemas legales a Reidel, pues algunos de los bancos favorecidos por esa operatoria lo tuvieron de empleado o proveedor durante mucho tiempo. Esto sería sólo una crítica de política económica, pero como -según pudo saber NA- están por conocerse algunas cuentas suyas en el exterior, el tema pasaría de político a judicial.

La operatoria que hizo más pobre al Banco Central, y más ricas a entidades de capitales extranjeros, para muchas de las cuales trabajó Reidel antes de ser funcionario, consistía el tres pasos. El primero de ellos fue tomar las letras intransferibles, que eran resultados de los préstamos del BCRA al Tesoro Nacional para pagar deuda pública (tras echar a Martín Redrado en 2010 porque se oponía) y convertirlas en títulos públicos. De esta manera, donde el BCRA tenía un valor técnico de 100 dólares (los que había puesto para pagar deuda del Estado Nacional), se transformaba en un valor de mercado mucho menor.

La operación fue tan gravosa, que al tándem Sturzenegger-Reidel le alcanzaron 20 días en el Banco Central para generar una pérdida de $ 30.000 millones, pues la misma se registró en el Balance 2015. La misma se produjo por esa transformación de las letras intrasferibles en títulos públicos.

Una vez realizado ello, con su consecuente pérdida de valor, se realizó el segundo paso. Las mismas se usaban para "pases" (préstamo de corto plazo) entre el BCRA y entidades como JP Morgan, Citibank (en las dos trabajó Reidel) o Santander. La garantía que se les daba eran títulos por 50% del valor del pase, cuando en general suele ser menor. "Sabían que el Banco Central les iba a devolver el dinero, pero por las dudas se quedaban con un activo de reaseguro.

El tercer paso, aunque no cronológico (a veces las operatorias eran simultáneas), era tomar deuda en dólares, con el Central como deudor y las entidades privadas como acreedor feliz: les pagaban una tasa del 16%, cuando lo normal hubiera sido por lo menos 10 puntos menos. "Sturzenegger como presidente del Central, y Reidel manejando la mesa de dinero, hicieron esto desde el primer momento, aunque no había necesidad pues las reservas eran suficientes", le contó a NA una fuente que lleva adelante esta investigación.

Conflicto de interés, ¿y problema legal?

Como se apuntó en la nota anterior de NA, que develó al hombre clave de la Era Sturzenegger, el problema de Reidel es que ocupó el otro lado del mostrador con la misma función que tuvo con empleadores suyos. El ex "wallstreeter" (como se dice en la jerga) armó su propio fondo de inversiones en Estados Unidos, donde también trabajó para JP Morgan y el Citibank. Justamente en la mesa de dinero, lo mismo que manejó para el BCRA desde fines del 2015, siendo además director y vicepresidente segundo entre el 2 de diciembre del 2016 y junio del 2018, enriqueciéndose durante ese período en $ 16,1 millones de pesos, entonces casi un millón de dólares, según informó el diputado (entonces opositor) Rodolfo Tailhade en una sesión de la Cámara Baja.

Desde su rol, y mediante la operatoria (letra intransferible-bono-pase-préstamo) que ahora investiga el Banco Central, Reidel habría ayudado a ganar dinero a sus antiguos empleadores, con los que nunca cortó lazos. Lo que podría ser meramente un escándalo político por el conflicto de intereses que representaba. O por lo menos una acusación judicial, si se dan a conocer cuentas bancarias de Reidel que se engrosaron notablemente entre el 2015 y el 2019. Algo que por ahora es sólo un rumor de la City, pero que puede volverse noticia confirmada en el corto plazo.

Carry Trade y Bicameral de la Deuda

Por otra parte, a la investigación sobre cómo se dilapidaron las letras intransferibles, el Banco Central le agrega otra: cuánto le costó al país el "Carry Trade". Un mecanismo que permitía ganar hasta 10% en dólares en sólo tres meses, y que Sturzenegger vendió al país como una verdadera medida anti-inflacionaria. La rueda giraba así: los inversores extranjeros ingresaban dólares al país, los cambiaban por pesos, pasaban los mismos a Lebacs, que llegaron a pagar un interés anual superior al 70%, retiraban más pesos luego de recibir ese interés, y volvían a comprar dólares. Como el país se endeudada para no devaluar, en ese pase de manos (que a a veces era de sólo 15 o 30 días) terminaban comprando más dólares, y luego se los llevaban del país.

Por supuesto, dos funcionarios de la experiencia en el mercado financiero de Sturzenegger y Reidel, no llevaron adelante una política así por error. Las autoridades del BCRA actuales investiga cuánto daño le produjo el Carry Trade a los balances de la entidad.

Por otra parte, ayer mismo el Banco Central envío kilos de información (literalmente, en papel y formatos electrónicos) a la Comisión Bicameral sobre la deuda externa, que preside el senador -del Frente de Todos- José Mayans. Se trata de información cruda, a la cual hay que procesar y ordenar. Si ese trabajo se realiza con pericia, habrá trazabilidad (en castellano, como dejaron los dedos pegados) del accionar de Sturzenegger, Reidel, Lucas Llach, Verónica Rappaport y Gustavo Cañonero, entre otros.