Marzo cerró con una paradoja en el frente cambiario y monetario, si se tiene en cuenta que el Banco Central tuvo el mayor saldo favorable en sus intervenciones de compraventa de divisas en el mercado, pero solo uno de cada diecinueve de los dólares adquiridos pasó a engrosar las reservas.

En el tercer mes del año, la autoridad monetaria tuvo un saldo positivo de unos 1.500 millones de dólares, el mayor en la Presidencia de Alberto Fernández, según estimaciones de operadores financieros, pero el balance provisorio de las reservas internacionales marca una mejora de solo 79 millones, sin que haya habido un drenaje significativo por pagos de servicios de deuda.

Los números indican que casi el 95% del saldo favorable en las compras de dólares no se trasladó a las reservas internacionales.

Fuentes del mercado señalaron que la falta de correspondencia entre las compras de dólares y la evolución de las reservas obedece a la estrategia del Banco Central de operar en la plaza con la venta de títulos públicos con el propósito de controlar la cotización del dólar en los segmentos de contado con liquidación (CCL o, como se lo conoce popularmente, “contado con liqui”) y del Bolsa o MEP (Mercado Electrónico de Pago), dos opciones que permiten operar con moneda extranjera a través del mercado de bonos.

Desde diciembre del año pasado, la posición de la autoridad monetaria pasó a ser netamente compradora, luego de varios meses con saldos negativos en un contexto que generaba preocupación en el mercado financiero y el propio gabinete económico, con una pérdida de reservas internacionales de 4.734 millones de dólares.

En los últimos cuatro meses, las compras del BCRA superaron los 3.000 millones de dólares y si bien las reservas quebraron su tendencia declinante, su crecimiento no fue tan marcado como el que podrían indicar los saldos favorables de sus intervenciones en el mercado mayorista, precisamente por las operaciones de ventas de bonos señalada.

El CCL cerró marzo levemente por arriba de los 147 pesos, seis más que el nivel del dólar paralelo o blue y unos 13 pesos debajo del dólar solidario, de ahorro o atesoramiento.

Por su parte, el dólar Bolsa o MEP se ubicó en 142,20 pesos, con lo que se confirmó otra de las paradojas del mercado cambiario de los últimos meses: el precio del dólar en el mercado paralelo es más bajo que el de atesoramiento, el CCL o el MEP, tres mercados que operan en la legalidad.

La paradoja de marzo: el Banco Central compró US$ 1.500 millones, pero las reservas aumentaron US$ 79 millones

En un contexto económico marcado por una de las inflaciones más altas del planeta y un nivel de reservas que no crece en la medida que podría hacerlo con las elevadas cotizaciones de las commodities, el Ministerio de Economía y el Banco Central se enfrentan a un dilema de cara a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por un lado, las intervenciones de la autoridad monetaria para evitar una disparada de los dólares financieros buscan atenuar el impacto de la cotización del dólar en el aumento de los precios internos, de manera tal de, por lo menos, terminar el año con un índice lo más cercano a la pauta presupuestaria del 29%.

Pero la posición del país en esas negociaciones se debilita con un nivel de reservas que a pesar de las compras de los últimos meses no logra alcanzar los 40.000 millones de dólares.

Marzo cerró con un nivel provisorio de reservas internacionales (el Banco Central comunica el nivel consolidado con 48 horas de demora) de 39.597 millones de dólares, 79 millones más que el cierre de febrero y 187 millones más que el de 2020.

Pero las comparaciones de plazos más largos dejan en evidencia el camino que falta para recorrer si se busca alcanzar el récord de 77.481 millones de dólares alcanzado el 9 de abril de 2019 (si bien con los “anabólicos” del crédito del FMI y el swap del Banco de China) o al menos la mejor marca en la gestión de Miguel Ángel Pesce, con 45.492 millones de dólares el 17 de enero de 2020.