El impacto de la pandemia y el aislamiento social en las condiciones de vida de la población se hizo notar en la Ciudad de Buenos Aires, que en el segundo trimestre duplicó la cantidad de personas en situación de indigencia en relación con los primeros tres meses del año.

Según los datos de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad, las personas en situación de indigencia pasaron del 7,8% en el período enero-marzo (en el que sólo hubo 12 días de cuarentena) al 15,7% en abril-junio, en el que el aislamiento social, preventivo y obligatorio tuvo aplicación plena en el distrito.

De esa forma, los indigentes en CABA llegaron en el segundo trimestre al nivel récord de 482.000 casos, más del doble de los existentes en el primer trimestre, lo que equivale a que entre abril y marzo se sumaron 2.700 personas por día a esa situación.

De acuerdo con la clasificación de la DGEyC porteña, hubo un corte evidente en la clasificación por estratos sociales, en la que los tres sectores menos favorecidos tuvieron un incremento tanto en su cantidad como en su peso relativo, a costa de una disminución en los tres estratos superiores.

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La pandemia generó en CABA 2.700 nuevos indigentes por día

Al respecto, así como los indigentes pasaron de un trimestre a otro del 7,8% al 15,7%, los que revisten en la pobreza subieron del 15,1% al 17,9% y los considerados no pobres vulnerables crecieron de 8,1% a 10,7%.

En los estratos superiores se dio la situación inversa, con una caída del 8,5% al 8,2% en la cantidad de personas dentro de la categoría “sector medio frágil”, del 49,1% a 41,3% en la clase media y del 11,4% a 6,3% en los denominados “sectores acomodados”.

La DGEyC destacó que en el segundo trimestre hubo una “fuerte caída en la ocupación y la reducción del ingreso real” de lo que resultó “en un empeoramiento en la situación social de la población de la Ciudad”.

Al respecto, recordó informes anteriores en los que se indica que “unas 323.000 personas pierden su ocupación” y que “el desempleo trepa al 14,7% con 221.000 personas desocupadas”, en tanto “aquellos que conservan su ocupación ven caer sus ingresos reales (la variación de precios alcanza casi el 40%) e incluso muchas veces, también los nominales”.

Asimismo, subrayó que “dentro del menguado conjunto de ocupados, se produce un aumento significativo de los que no perciben ingreso” que “prácticamente se duplican, alcanzando las 63.000 personas”.