La negociación que la Argentina comenzará este año con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "no será sencilla", ya que además de las exigencias de equilibrio fiscal, el "sinceramiento" de las tarifas y la liberalización del mercado financiero, habrá que "calibrar los tiempos" ante los eventuales cambios de las autoridades políticas de Estados Unidos y Alemania, que concentran la cuarta parte de los votos del organismo.

Así lo sostuvo la consultora Quantum Finanzas, dirigida por el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, para quien una demora en alcanzar un acuerdo con el Fondo "limita la capacidad de Argentina si hubiese un deterioro mayor de la situación macroeconómica", si se tiene en cuenta que para noviembre están previstas las elecciones presidenciales en Estados Unidos y que el año que viene Angela Merkel dejará de ser la canciller alemana.

Pero además de las complicaciones que pudieran derivar de los cambios políticos en dos de los tres países con mayor cantidad de votos en el board del FMI, están los condicionamientos clásicos como los requerimientos de un superávit o al menos un equilibrio fiscal, así como el de "ordenar el esquema monetario y cambiario", señaló Quantum.

Si se tiene en cuenta la composición del gasto público nacional, con un grueso de partidas de difícil reducción como las jubilaciones, pensiones y programas sociales, los subsidios aparecen como el blanco a elegir por parte del FMI, lo que implicaría aumentos en las tarifas de electricidad, gas, agua y transporte público de pasajeros, además del ya dispuesto para los combustibles.

Al respecto, la consultora indicó que en el primer semestre de 2020 los subsidios a sectores económicos pasaron a representar el 10% del total del gasto primario y el equivalente al 3% del PBI, con un aumento respecto del año pasado, cuando fueron el 8% del gasto y el 1,5% del producto.

image.png
La negociación con el FMI contemplaría devaluación y aumento de tarifas

No obstante, la gente de Marx reconoció que "la interacción entre el impacto en precios de aumentos de tarifas sobre el salario real en el contexto de elecciones de medio término en 2021 podría afectar la dinámica de esas readecuaciones".

"Para el país, contar con un acuerdo con el FMI facilita el acceso al financiamiento de otros Organismos Multilaterales, como el Banco Mundial o el BID, habilitar o expandir líneas de financiamiento comercial al sector privado y público, especialmente con Garantías de créditos a Exportaciones" y también "permitiría renegociar la deuda con el Club de París", destacó Quantum.

Pero "la negociación con el FMI no será sencilla", advirtió, al tiempo que señaló los principales condicionamientos:

* Fiscal: La Argentina iniciará las negociaciones con una previsión de déficit primario récord de 3 billones de pesos. Según Quantum, un acuerdo stand by tradicional "habitualmente exigía la reversión de déficits a superávits fiscales en períodos de 2 a 3 años" y si bien se espera que el deterioro fiscal se vaya atenuando en 2021 y 2022, difícilmente se llegue a un balance superavitario.

* Tarifas: La consultora remarcó que "al Gobierno se le plantean cómo reducir el gasto, muy concentrado en jubilaciones y pensiones y asistencia social (64% del total a junio de este año) y subsidios económicos (10% del total a junio de este año)".

Como el gasto previsional es inflexible a la baja (es decir, imposible de bajar en términos nominales y difícil de hacerlo en términos reales), Quantum consideró que el recorte del gasto "involucraría un camino de sinceramiento de tarifas", que están congeladas desde el segundo trimestre de 2019. En la primera mitad de este año, los subsidios desembolsados para evitar los aumentos tarifarios alcanzaron a $307.000 millones.

* Dólar: Quantum puntualizó que "la política tradicional del FMI es ir levantando restricciones de acceso conjuntamente a disposiciones que induzcan el incremento de las exportaciones y la liquidación de las divisas, el ingreso de capitales, incluyendo de residentes, y la eliminación de restricciones comerciales y pagos de importaciones".

La suma de esos requisitos implicaría un giro de 180 grados en la actual política cambiaria, empezando por el levantamiento de las restricciones para la compraventa de moneda extranjera.

Para la entidad dirigida por Marx "es razonable pensar que estos objetivos se alcancen de manera gradual", si se tiene en cuenta que en la actualidad la brecha entre el dólar blue y el oficial según la cotización del Banco Nación es del 73,3%.

. Política internacional: Estados Unidos cuenta con el 16,51% de los votos en la Junta de Gobernadores del FMI y Alemania (tercero detrás de Japón) el 5,32%, contra un 0,66% de la Argentina. El poder de esos dos países es crucial en la toma de decisiones del organismo y es por eso que Quantum considera importante "calibrar los tiempos": en noviembre hay elecciones en EE.UU. y el actual presidente Donald Trump no tiene asegurada su permanencia por cuatro años más, en tanto Merkel dejará en 2021 la Cancillería de la potencia europea.

La importancia de esos eventuales cambios en el escenario político internacional torna más importante aún la necesidad de acelerar las negociaciones, mucho más después de "la pérdida de 'momentum' que generó el acuerdo con los acreedores privados", que estaba originalmente previsto para abril y se demoró cuatro meses.

Una demora similar, entonces, llevaría la definición del acuerdo con el FMI al 2021, quizás con otras autoridades en la Casa Blanca y otros representantes de Estados Unidos en el organismo.