La rehabilitación de las tareas del personal doméstico en la Ciudad de Buenos Aires se decidió luego de que las autoridades del Gobierno porteño comprobaran que el sector fue uno de los más afectados por las medidas restrictivas en casi siete meses de aislamiento social, con una caída interanual del 48,3% en su nivel de ocupación.

El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y su equipo de colaboradores tomaron nota de la estrepitosa caída de la ocupación del personal doméstico con la difusión del último informe de la Población Económicamente Activa (PEA) en el distrito correspondiente al segundo trimestre.

El informe de la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC) puso en evidencia cómo el inicio de la cuarentena el 20 de marzo pasado afectó de manera diferenciada a los sectores laborales, según su acceso a la formalidad, su capacitación o su actividad.

En el segundo trimestre (el primero de aplicación plena del aislamiento social), la población asalariada porteña tuvo una caída del 16,9% en comparación con el mismo período de 2019.

Pero, como suele ocurrir con los promedios, dentro de ese porcentaje hubo realidades diferentes: la población asalariada con descuento jubilatorio se redujo un 5,3%, pero en el caso de los trabajadores no registrados (informales o "en negro") el retroceso fue del 62,8%.

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La mitad del personal doméstico en CABA se quedó sin trabajo en el comienzo de la cuarentena

El caso del personal doméstico, que tuvo una baja del 48,3%, no solo muestra una caída que triplicó a la del nivel general, sino que también merece otras consideraciones.

En ese sentido, la DGEyC porteña destacó que "el servicio doméstico es uno de los grupos ocupacionales que se ve especialmente afectado por la emergencia sanitaria", si bien su situación venía arrastrando una precariedad histórica, al punto que antes de la pandemia el trabajo sin aportes jubilatorio abarcaba a "dos tercios de las trabajadoras domésticas".

La importancia del trabajo del personal doméstico excede los límites del entorno familiar, ya que representa un aporte cercano al 5% de la actividad económica de la ciudad y el 10% de todo el empleo femenino porteño.

Pero la DGEyC agregó otro dato preocupante: en la semana de relevamiento de información por parte del personal del organismo (limitado por las restricciones a la movilidad dispuestas en la cuarentena) no solo se comprobó la mencionada caída en la ocupación, sino que "más de la mitad de las que conservan su puesto de trabajo" no concurrió a desarrollar sus tareas.

Esa situación (derivada de problemas de transporte, riesgo sanitario o decisión de los empleadores) "puede tener implicancias sobre los ingresos y en el mantenimiento del vínculo laboral en el futuro", indicó.