La inflación de 5,1% en julio en la Ciudad de Buenos Aires no es el mejor augurio para el gobierno nacional. Si bien las canastas con la que mide la Dirección de Estadística porteña y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) son distintas, las conclusiones que pueden sacarse dejan algunos interrogantes.

“Suponiendo mismas variaciones en bienes y servicios, en base a la ponderación de INDEC, la inflación de GBA sería de 4,6%”, estimó el economista Salvador Vitelli.

Dada la metodología aplicada, la variación de precios en el Gran Buenos Aires sería mucho parecida a la que se produjo en el interior del país.

Cabe apuntar que existe una dispersión muy grande en los cálculos de inflación de julio.

Existen consultoras que la ubican cerca de 3,7%, pero hay otras estimaciones que llevan largamente por sobre el 4%.

En esta amplitud, resulta razonable el promedio de 3,9% que arrojó el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publicó el Banco Central.

El dato no es menor ni tan sólo “un desvío temporal” porque el Gobierno se juega gran parte de su estrategia a que la inflación converja lo más rápido posible al 2% que es la tasa de devaluación mensual para amortiguar el atraso cambiario.

La medición oficial del INDEC de julio se difundirá el próximo miércoles 14 de agosto.