La inflación de los sectores más pobres de la población fue más alta que la de la clase media en los primeros siete meses de año, en un carácter regresivo que probablemente se acentúe en los próximos meses, de acuerdo con el análisis de Ecolatina.

La consultora sostuvo que, por la desigual evolución de los precios, “la suba del índice contiene muchas heterogeneidades a su interior” y en el período enero-julio fue cercana a 17% para el 10% más pobre de la población pero del 15% para el decil de mayores ingresos.

“Dicho llanamente, la inflación de los pobres no es la misma que la de la clase media, que también difiere de la población de mayor poder adquisitivo”, indicó.

Al respecto, remarcó que “los sectores de menores recursos se ven más afectados por la dinámica de los precios de alimentos y bebidas que el resto de la sociedad, ya que destinan una mayor porción de su ingreso a satisfacer estos consumos básicos e indispensables”, mientras que “las familias más ricas gastan más en artículos para el hogar, educación y esparcimiento, entre otros”.

Precisamente, en el período señalado el precio de los alimentos superó en más de tres puntos porcentuales al nivel general, con incrementos de 18,7% y 15,8%, respectivamente, aunque la diferencia incluso pudo haber sido mayor si se descontaran las subas en Recreación y Cultura (+24,1%) y Educación (+18,1%).

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La inflación de 2020 es más alta para los pobres que para la clase media

“Es importante notar que esta dinámica tuvo lugar sin una disparada del tipo de cambio oficial”, destacó Ecolatina, ya que esa variable es tradicionalmente el “principal motor del precio de los alimentos”, si bien esa característica fue variando en los últimos años porque “la sociedad ha tendido a sofisticar su consumo, hacia bienes con un mayor componente importado y servicios privados, por lo que el histórico carácter regresivo del tipo de cambio en la suba de precios se fue atenuando”.

En ese contexto, Ecolatina indicó que “en las últimas semanas, el gobierno adoptó algunas medidas que podrían acentuar el carácter progresivo de la inflación” en favor de los sectores más vulnerables, aunque puso en duda su sostenibilidad.

“Pese a que las políticas atenuaron parte del carácter regresivo de la inflación, su costo económico no es posible de saltear”, puntualizó al respecto, por lo que “habrá que ver qué parte del importante esfuerzo de gasto público que viene realizando el Estado Nacional se sostiene pasada la cuarentena o, al menos, en qué magnitudes”.

Por tal razón, consideró que “aun cuando el tipo de cambio no se mueva de manera abrupta o no haya un salto de las tarifas de servicios públicos en el corto plazo, no descartamos que el carácter regresivo de la inflación se acentúe en los próximos meses, impactando negativamente en la incipiente reactivación de la economía”.