La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) subió hoy la tasa de interés 0,75 puntos porcentuales, la mayor alza desde 1994, en respuesta a una aceleración de la inflación.

Se trata del tercer aumento consecutivo y lleva las tasas de referencia a un rango de 1,5-1,75%.

El organismo también aumentó su pronóstico de inflación para 2022 a 5,2% y recortó su previsión de crecimiento a 1,7%, al término de una reunión de dos días de su comité de política monetaria.

LEÉ: Por qué las criptomonedas siguen en caída libre y qué puede ocurrir en las próximas semanas

De esta forma se concretó el escenario más temido por el mercado financiero, dado que el aumento de tasas recortará la expansión económica, e impactará en el consumo y la producción de las empresas, con la consecuente caída del valor de las acciones.

"La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de la oferta y la demanda relacionados con la pandemia, precios más altos de la energía y presiones de precios más amplias", dijo el Comité Federal de Mercado Abierto de la FED en un comunicado difundido hoy en Washington.

LEÉ: Morgan Stanley estimó que hay un 50% de posibilidades de que Estados Unidos caiga en recesión

"El comité está fuertemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%", agregó la entidad a cargo de Jerome Powell.

Además se tomó la decisión de acelerar los ajustes previstos para los próximos meses, con lo cual llegaría a 3,4% a fines de 2022 y a 3,8% en 2023.

La evaluación de la FED proyecta también un aumento del desempleo a 3,7% hacia finales de 2021 y a 4,1% durante el año próximo. 

Según analistas americanos citados por agencias internacionales, la FED aceptó sufrir un aumento del desempleo a cambio de controlar la inflación, luego de que las proyecciones realizadas en marzo se vieron superadas. 

La decisión tiene impacto directo en la Argentina dado que los inversores desmantelan sus posiciones en países emergentes y ante la incertidumbre global buscan refugio en plazas de mayor seguridad económica.

La decisión no tomó por sorpresa a los inversores, que ya habían descontando una suba de tasas más agresivas al observarse que la inflación no cedía. En principio se esperaba un incremento de 0,5 puntos, pero como la suba de precios no se detuvo el mercado descontó que el comité tomaría una actitud más agresiva. Por tal motivo la rueda bursátil se inició con los papeles en alza y recortaron ganancias pero sin caer en zona roja.

El Dow Jones Industrial subió 0,05%, el S&P 500 avanzó 0,39%, y el Nasdaq C mejoró 1,15%, a 10.952,56.