La actividad económica de la Ciudad de Buenos Aires tuvo en 2020 una caída del 9,3%, seis décimas menos que el 9,9% de descenso que tuvo el Producto Bruto Interno (PBI) a escala nacional, de acuerdo con el último informe de la Dirección General de Estadística y Censos porteña.

El mejor desempeño -si bien no pudo evitar una caída que fue la peor en 18 años también para el distrito- obedeció a una recuperación de la actividad en el cuarto trimestre, en gran medida por la flexibilización de las restricciones al comercio, la construcción los bares y los restaurantes, sectores en los que la ciudad prevalece respecto del resto de la Argentina.

Esa recuperación queda en evidencia al comparar la evolución trimestral del PBI nacional y la actividad económica porteña, en la que se percibe que el comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) afectó más al distrito que a las 23 provincias.

En el segundo trimestre -comienzo de la cuarentena estricta- la caída fue levemente superior en la ciudad (19,1% ante 19% del PBI nacional) y en el tercero la diferencia fue mayor, con una retracción del 11,8% en el distrito y del 10,1% a escala nacional.

El resultado anual favorable a CABA se debió a el mejor desempeño antes de la pandemia (-4,7% contra -5,2% en el primer trimestre) pero principalmente al cuarto trimestre, en el que el PBI cayó 4,3% y la actividad local 1,4%, un tercio de la baja nacional.

Pese a la mala noticia que implica haber cerrado el décimo trimestre consecutivo en descenso, la caída del período fue la menor desde el segundo trimestre de 2018, cuando se inició la racha negativa.

En el período octubre-diciembre “la producción de bienes y servicios de la Ciudad de Buenos Aires comienza a dar señales de recuperación, gracias a la reactivación de varios sectores económicos”, destacó la DGEyC.

El principal sector -y en este caso, a lo largo de toda la pandemia- fue el bancario, presentado en la terminología del INDEC como “intermediación financiera”, que creció 2,1% en todo el año y 10,6% en el cuarto trimestre.

Si bien esos números corresponden a la medición nacional, el grueso de la actividad financiera se concentra en la Ciudad de Buenos Aires y eso se reflejó en la menor caída anual y principalmente en el descenso más acotado de finales de 2020.

Por otra parte, el distinto tratamiento que tuvieron los denominados sectores no esenciales a lo largo de la pandemia tuvo un mayor impacto en la ciudad que en el resto del país, en especial en el comercio.

Al respecto, los comercios de cercanía de calzado, indumentaria, electrodomésticos, así como la reapertura gradual de shoppings, bares y restaurantes y la rehabilitación de las obras de construcción impulsaron la actividad del distrito en el último cuatrimestre.

No obstante, aún subsisten restricciones que representan un perjuicio mayor para la ciudad, como el caso de los hoteles y el turismo en general.

Eso pudo observarse en el incremento de la actividad en el rubro Producción de bienes (3,6%) y en la atenuación de la caída de Comercio y servicios (-2,6%).