La compraventa de inmuebles en la Ciudad aumentó 87% en el primer cuatrimestre
Para el Colegio de Escribanos la comparación con abril de 2020, en el que hubo sólo 7 escrituras, solo es “para la anécdota” y con el panorama de mayo “se evidenciará otro freno”.
La compraventa de inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires aumentó un 87% en el primer cuatrimestre y alcanzó en abril a 2.317 operaciones, un 6,2% menos que en marzo, en tanto la comparación con abril de 2020, en el que solamente se formalizaron siete escrituras, solamente es “para la anécdota”, señaló este jueves el Colegio de Escribanos porteño.
“Comparar con abril de 2020 sólo es para la anécdota porque el mismo mes del año pasado fueron apenas 7 escrituras, reflejo del confinamiento”, indicó el presidente de la entidad notarial, Carlos Allende.
El presidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad advirtió que “si bien es un cuatrimestre que da signos positivos, debemos leer que aún falta mucho para reactivar el mercado inmobiliario”, además de apuntar que “viendo el panorama de mayo también se evidenciará otro freno”.
La actividad inmobiliaria fue una de las más perjudicadas en el inicio del confinamiento en marzo de 2020, situación que se vio reflejada en los números señalados de abril de ese año.
Si bien los meses siguientes hubo un repunte de la actividad en relación con los primeros tramos del aislamiento social, preventivo y obligatorio, los números aún se encuentra debajo de los de los años previos. Debido a la baja base de comparación que representó un período que en su último tramo estuvo impactada por la pandemia, en el primer cuatrimestre hubo un aumento del 87% en la cantidad de escrituras.
La comparación con marzo mostró una caída del 6,2% en la cantidad de operaciones y del 10,9% en el monto en pesos. Por otra parte, las escrituras de compraventa formalizadas mediante hipoteca bancaria alcanzaron a 133 casos, cuando en el mismo mes del año pasado no se había concretado ninguna bajo esa modalidad.
La actividad inmobiliaria viene siendo afectada desde el segundo trimestre de 2018, a raíz de la devaluación del peso, debido a que la mayor parte de las operaciones se concretan en dólares. Asimismo, las mayores dificultades de acceso al crédito hipotecario que hubo desde entonces agravó la situación, que en 2020 tuvo un duro golpe con las restricciones dispuestos en el marco de la pandemia de coronavirus, tanto para las inmobiliarias como para los escribanos.