La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) expresaron su preocupación ante las cargas impuestas por el bono obligatorio de fin de año de $24.000 para trabajadores del sector privado con ingresos netos de hasta tres salarios mínimos y la capacidad que tengan las pymes para cumplir con las mismas.

SI bien reconocen la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y la necesidad de recuperación de este, también entienden que el ámbito donde debe discutirse es dentro de las paritarias, muchas de las cuales aún siguen abiertas y en discusión. Este mismo conjunto de razones fueron esgrimidas ayer por Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina.

Adicionalmente para el sector de ventas minoristas, la carga para las empresas se da en medio de un contexto complejo con meses de ventas minoristas en baja y en un período particular donde ya de por sí es exigente financieramente hablando con el pago de la segunda cuota del aguinaldo.

Alfredo González presidente de CAME expresó que “Es claro que nuestros colaboradores perdieron poder adquisitivo por la inflación. Pero el marco correcto para recuperarlo son las paritarias, muchas de ellas aún abiertas, como es el caso de la mercantil, la más grande del país”.

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Desde CAME aseguran que las pymes no están en condiciones de afrontar el pago del bono. “Mayor poder adquisitivo podría dinamizar el consumo interno. Pero la situación para las pymes no es sencilla porque este mes también se debe abonar el segundo medio aguinaldo”, enfatizó González.

FECOBA, mediante un comunicado expresó que entiende las consecuencias de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores, pero advierte que las pequeñas y medianas empresas de la Ciudad no podrán afrontar todo este esfuerzo económico.

Asimismo, agregaron que ante la caída en las ventas registradas en los últimos meses, condicionadas por la falta de mercadería y el quiebre de stock por la escasez de insumos para la industria, las pymes no están en condiciones de hacer frente a esta exigencia intempestiva.

Por su parte desde CAME también reconocieron la problemática del contexto, con cinco meses consecutivos de baja de ventas minoristas y con negociaciones abiertas con el gremio para definir el segundo tramo de actualizaciones salariales por inflación.

En tanto avizoran problemas para cuando quieran recuperar el porcentaje  del cual anunció el Gobierno que se haría cargo: “Muchas de las pymes que representamos son monotributistas y no podrán soportar el impacto financiero de esta medida, ya que el mecanismo de deducción del 50% del bono en el Impuesto a las Ganancias no las contempla”, detalló el presidente de CAME.

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Al mismo tiempo, solicitan al Gobierno Nacional  revisar esta medida e incluir cualquier iniciativa similar en el marco de la negociación sindical-empresaria que ha demostrado su eficacia a lo largo de los muchos años de vigencia”, finalizó González.

En esa línea, ayer se expresó el titular de la UIA indicando que la industria cuenta con más de 800 convenios colectivos en plena vigencia, y las negociaciones paritarias "se han reabierto y han funcionado como un mecanismo eficaz para dar respuesta al problema de la inflación. La metodología dispuesta por el Gobierno afecta esa dinámica de recomposición del poder adquisitivo de los salarios, generando distorsiones e imprevisibilidad al funcionamiento de uno de los activos más importantes que trabajadores y empresarios industriales acuñamos durante años: las paritarias".