Según el World Tariff Profiles, informe que elaboran la Organización Mundial de Comercio y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la Argentina ocupa el puesto 15 entre los países que más trabas imponen para el ingreso de productos.

Estas trabas se aplican a través del cobro de derechos o aranceles de importación, lo que genera quejas diarias de los importadores.

Desde el sector indican que las demoras que padecen a diario para gestionar autorizaciones de ingresos de bienes son cada vez mayores.

Las estadísticas se realizan entre 135 países y la Argentina ocupa el puesto 15 con tarifas arancelarias que están por las nubes.

Sumado a todas estas complicaciones en el mercado, también hay un alto costo para aquellas empresas locales que quieran entrar en la competencia.

Brasil no tiene nada que envidiarle en este sentido a la Argentina: quedó en el número 16 con un 13,3% de arancel promedio.

Este índice revive nuevamente la discusión entre los fundadores del bloque regional como Brasil, Paraguay y Uruguay con la Argentina sobre el rumbo que debería adoptar el Mercosur.

Los países limítrofes quieren bajar todos los aranceles externos comunes un 10%.

En tanto, la Argentina apunta a sólo el 75% de las posiciones arancelarias, sin afectar las barreras proteccionistas.

Mientras ese debate continúa, la Argentina tiene enormes dificultades para captar inversiones, ante el mantenimiento de una brecha cambiaria que ronda el 90%.