La Argentina reclamó a los países del G-20 a avanzar en el monitoreo de los Fondos Comunes de Inversión (FCI) por "su papel en la liquidez y los efectos en los mercados de deuda", en medio de lo que se consideran las instancias finales de las negociaciones de canjes con los bonistas.

La propuesta fue presentada por el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, quien participó en representación del país junto al ministro de Economía, Martín Guzmán.

En el marco del encuentro virtual de ministros de Economía y titulares de bancos centrales, Pesce instó a enfatizar "las acciones políticas orientadas a regular y supervisar las instituciones financieras no bancarias, en particular su papel en la liquidez y los efectos en los mercados de deuda".

"Esta es la oportunidad de avanzar en un enfoque macroprudencial centrado en monitorear y regular el comportamiento de los fondos de inversión", dijo el presidente de la autoridad monetaria, quien reclamo "establecer un tratamiento regulatorio similar al que implementamos para bancos y compañías de seguros, evitando cualquier desequilibrio regulatorio excesivo".

Por su parte, Guzmán advirtió que "las perspectivas pospandemia dependerán en buena medida de cómo los países lidien con el impacto del COVID-19", al tiempo que remarcó que "la salud pública sigue siendo la prioridad número uno".

En ese sentido, sostuvo que la Argentina seguirá por el camino de proteger "las capacidades productivas" para "contener el aumento de la pobreza y la indigencia".

Asimismo, puntualizó que en el actual contexto de crisis por la pandemia "muchos países deberán crear el espacio fiscal necesario para implementar políticas de recuperación económica".

En lo referente a la cuestión de la deuda, el jefe del Palacio de Hacienda también señaló que se espera que el FMI "juegue un

rol central en evaluar la capacidad de pago de países con deudas insostenibles".

En ese sentido, advirtió que "si los acreedores privados no reconocen los análisis de sostenibilidad de deuda del FMI, esto será equivalente a no respetar su status de acreedor preferencial".

Por su parte, Pesce sostuvo que las Cláusulas de Acción Colectiva (CACs) "modernas incluidas en bonos soberanos tienen un rol fundamental para permitir un desenlace ordenado para las reestructuraciones de deuda".

"El G20 manifestó, especialmente en las Declaraciones de los Líderes de 2014 y 2015, que las CACs modernas contribuirán al orden y la previsibilidad de los procesos de reestructuración de deuda soberana", recordó.

Al respecto, el presidente del BCRA afirmó que "la deuda de Argentina incluye contratos con Cláusulas de Acción Colectiva de

diferentes tipos, y podemos asegurar que el uso de las nuevas CAC representa un paso hacia la dirección correcta".