La Argentina buscará que aquellos países que no tengan previsto utilizar los recursos distribuidos por el FMI en concepto de Derechos Especiales de
Giro (DEG) permitan redirigir esos respaldos hacia naciones vulnerables y de ingresos medios.

Tras la aprobación por parte del Fondo, la Argentina recibirá el 23 de agosto próximo un total de US$ 4.350 millones de esos Derechos Especiales, que si bien no serán fondos frescos, permitirán fortalecer el asiento contable en las reservas y liberar divisas para, entre otros objetivos, pagar deudas y evitar cimbronazos en el mercado cambiario.

El Ministerio de Economía dijo que seguirá intentando lograr el apoyo de la comunidad internacional para que un probable nuevo envío de DEG beneficie más a las naciones más vulnerables y de ingresos medios o emergentes, como la Argentina.

Es que el FMI indicó que se analiza un nuevo envío de DEG para países pobres afectados por la pandemia de Covid-19. 

La propia directora del FMI, Kristalina Georgieva, había anunciado en la última reunión del Grupo de los 20 que el organismo analizará "con instituciones financieras internacionales y socios pertinentes la elaboración de propuestas de financiamiento sostenible para reforzar la preparación y respuesta a pandemias en el futuro".

El G20 trabaja también en la creación de un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad con los aportes que no sean utilizados, para luego destinarlos a los países que más lo necesiten.

Economía cuestiona la forma de distribución de los DEG, porque los países mas ricos, que pagan una cuota mayor, reciben mayor asistencia financiera del FMI, a costa de los más pobres o que menos aportan.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, viene sosteniendo que la distribución de los DEG responde a la cuota de participación de los países en el FMI y "no a su necesidad, lo que deriva en que reciben más liquidez los que menos lo requieren".

"Esto no contribuye a reducir desigualdades sino que profundiza las asimetrías entre los países", sostuvo el titular del Palacio de Hacienda.

El G-20 reconoció la urgente necesidad de una mejor preparación ante futuras amenazas sanitarias y esta iniciativa fue impulsada también por el Gobierno argentino en todos los foros multilaterales y reuniones en las que participó.

Argentina tiene una cuota del 0,67% de participación en el organismo, por lo que le corresponden aproximadamente US$ 4.355 millones, que recibirá el 23 de agosto próximo en forma de DEG que se podrán contabilizar en las reservas, pero no en efectivo.

Eso permitirá libertar fondos de las reservas que serán destinados a pagar vencimientos con el propio organismo -rondan los US$ 4.700 millones hasta fin de año- en septiembre y diciembre próximo.