La guerra y la economía, con eje en la inflación, encabezan los temas que más le preocupan a la gente, de acuerdo a un relevamiento global de la consultora Kantar, en el que encuestó a 10.000 personas de 18 países.

En el estudio privado, la Argentina aparece entre los cinco países más pesimistas en cuanto a las perspectivas de su futuro económico, con un 61%, precedido por Nigeria (77%), Turquía (72%), Sudáfrica (71%) y Brasil (66%). Los encuestados creen que su situación financiera personal y la economía general de su país empeorarán.

El informe revela que las preocupaciones por la pandemia quedaron atrás. Actualmente, el Covid preocupa sólo a un 31% de las personas a nivel global, y en Argentina ese número disminuye al 24% de los encuestados.

El primer tema en la agenda global es la guerra en Ucrania. En la Argentina el tema es muy importante, ya que el 82% de los encuestados dice estar algo o muy preocupado, mientras que a nivel global la preocupación es del 72%.

LEER MÁS: El Gobierno postergó otra vez la suba de los impuestos a los combustibles

La economía, detrás de la guerra, figura como la segunda gran preocupación global, atravesada por el impacto de la inflación, un fenómeno novedoso para algunos países. El promedio global de preocupación por la economía es del 36% de los consultados, mientras que en la Argentina llega al 39%. A la cabeza del ranking aparecen Reino Unido (57%) y Turquía (51%), que registra el mayor índice de inflación. El 90% de la población responsabiliza a los gobiernos por los problemas económicos y reclaman políticas de empleo más activas y reducción de impuestos.

Los temas ambientales completan el podio de preocupación global, con un 25% de manera general, mientras que en Argentina la intranquilidad al respecto asciende al 27%. Los encuestados responsabilizan en general a los gobiernos, aunque un 51% piensa que las empresas tienen parte de la culpa, y les reclaman mayor impulso en las campañas que incentivan el reciclado y el consumo responsable.

Como consecuencia del efecto inflacionario, la consultora señala que los consumidores van cambiando sus hábitos y conducta a medida que los precios le ponen presión al bolsillo y reaccionan de la siguiente manera: 

  • Prudencia: primero comienzan a comprar menos, con recortes generales de cantidades, mientras que la calidad sigue siendo importante. Discrecionalmente, las categorías están sintiendo los efectos de esa conducta prudente.
  • Cambio de lugar de compras: el consumidor busca mayoristas y outlets, para conseguir mejores precios para los mismos productos.
  • Aplazo de la compra: antes de comprar un producto, esperan más tiempo para reponerlo.

“El nuevo Barómetro nos muestra que la gente hoy se ve obligada a dejar de hacer ciertas cosas y cambiar algunos comportamientos y elecciones”, señaló Sebastián Corzo, director de Marketing de Kantar División Insights.

“Sin embargo, aunque sepan que tienen que hacer recorte de gastos generales, siguen considerando esenciales: alimentos y bebidas, transporte, hogar, pago de servicios y conectividad. Aunque el panorama económico no parezca ser optimista, en general, el consumidor quiere mantener sus hábitos de consumo”, finalizó Corzo.