El ex ministro de Economía Domingo Cavallo advirtió que “el riesgo de un ‘Rodrigazo’ no ha desaparecido” y consideró que el mejor resultado al que puede aspirar el gobierno es estabilizar la tasa de inflación en 6% mensual.

“El riesgo de un ‘Rodrigazo’ no ha desaparecido sobre todo si en lugar de aplicar medidas efectivas para el control del gasto público se apela a la contabilidad creativa pretendiendo engañar a los agentes económicos”, señaló Cavallo en una nueva publicación en su blog.

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El ex funcionario afirmó que “con contabilidad creativa no podrá el gobierno influir sobre las expectativas inflacionarias” y alertó que “por el contrario, la poca claridad de las cuentas fiscales sólo agrega incertidumbre sobre el curso de la inflación en los próximos meses”.

“Yo sigo pensando que el mejor resultado que Sergio Massa puede conseguir es que la tasa de inflación promedio no exceda del 6% mensual (o del 100% anual) hasta fin de año”, reiteró.

Para Cavallo “el control del gasto público es la única herramienta que el gobierno tiene disponible para evitar que la tasa de inflación salte por arriba del 6% mensual”.

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En esa línea explicó que “aunque estuvo tentado de hacerlo durante diciembre y parte de enero, el gobierno no podrá atrasar más el tipo de cambio oficial. Tampoco podrá rebajar la tasa de interés ni esterilizar más de lo que ha venido haciendo la expansión de la base monetaria”.

Cavallo aseguró que si intentara utilizar alguno de estos instrumentos, estaría arriesgando el amesetamiento de la tasa mensual de inflación alrededor del 6% mensual y aumentaría la probabilidad de un salto devaluatorio capaz de generar un ‘Rodrigazo’”.

Luego marcó una sustantiva diferencia entre la información sobre las cuentas públicas de enero que publicó el Ministerio de Economía sobra base caja y el que elaboró la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) sobre el devengado.

En el primero el resultado fue un déficit de $ 223 mil millones de pesos y en el segundo un superávit de $ 325 mil millones.

Cavallo apunta a la “contabilidad creativa” para hacer lucir las cifras de manera más conveniente para el Gobierno, pero que “no engañan” a los agentes económicos.