El sector de comercio y servicios tuvo en 2020 una retracción del 8,8% y en 2020 será difícil que “supere con facilidad el 7% de crecimiento anual”, por lo que habrá que esperar por lo menos hasta finales del 2022 para recuperar los niveles que la actividad mostraba en 2019.

Esas son las estimaciones de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), que en su último informe mensual advirtió que todas sus previsiones están sujetas a “la posibilidad de sostener la recuperación”, si se tiene en cuenta que las proyecciones oficiales de crecimiento están condicionadas a que la inflación del año sea del 29%.

“Si se cumplen los pronósticos relevados por el BCRA en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), a finales de 2022 —considerando una recuperación de 5,5% en 2021 y de 2,5% en 2022— el PBI todavía estaría 3% (debajo) del de 2019, lo que le llevaría, con suerte, otro año más para recuperar el volumen de bienes y servicios que nuestra economía producía en 2019”, consideró la CAC.

Al respecto, la entidad presidida por Natalio Grinman concluyó que “para 2023, la economía argentina llevará más de once años sin crecer”.

La actividad comercial crecería menos del 7% en 2021 y no podrá recuperar lo perdido el año pasado

La caída del 8,8% del sector de comercio y servicios en 2020 estuvo sujeta a los vaivenes de la economía en general durante la pandemia de coronavirus, con una paulatina mejora en los meses finales, al punto que la de diciembre, con una caída del 2,2% interanual, “fue la menor del año”, en contraste con la más pronunciada del 21,6% en abril.

“En el análisis histórico del índice puede observarse que el tamaño del sector Comercio y Servicios se encuentra en un nivel similar que el registrado a comienzos de 2015, evidenciando una contracción sostenida desde mediados de 2018”, añadió la CAC.

Luego de repasar el crecimiento en todo el planeta del sector de comercio y servicios en los últimos años al compás de los adelantos tecnológicos, con su mayor aporte en la creación de valor y de empleo privado registrado, la cámara destacó el impacto de la pandemia y que la mejora de los últimos meses de 2020 “abre la posibilidad de cierta tendencia a la recuperación”.

“Sin embargo, hay que mirarlo con cautela, ya que el sector muestra una contracción sostenida desde un poco antes de mediados de 2018, en donde mostró su pico luego de alrededor de cuatro años de estancamiento”, remarcó.

Con ese panorama, la CAC manifestó que “la situación de la pospandemia sigue exigiendo más señales del sendero por el que podría transitar nuestro país, una vez que la emergencia sanitaria termine y deje al descubierto los problemas estructurales de nuestro país, agravados por la pandemia”.

En ese sentido, la entidad puntualizó que “del estancamiento se sale más bien con política públicas estables que acompañen y desarrollen a los sectores productores de bienes y servicios y que proporcionen la expansión de las fronteras comerciales para favorecer la inversión en industrias que requieran escalas de mayor tamaño”.

Asimismo, sostuvo que “la pobreza, el desempleo y la inclusión social son parte del mismo problema: el bajo crecimiento del tamaño de nuestra economía”.

Por tal razón, desaconsejó “naturalizar los desequilibrios económicos”, una postura que, para la CAC, “solo profundizará los comportamientos defensivos —para adaptarse a un contexto hostil producto de la propia volatilidad— de las inversiones y de las empresas, sean pequeñas, medianas o grandes, cayendo en la trampa del corto plazo que tanto nos cuesta superar”.