Mañana se conocerá el número de inflación de enero y se da por descontado que marcará un alza respecto de lo que fue diciembre. Funcionarios del Gobierno ya lo reconocen atribuyéndole a los servicios y los factores estacionales del turismo parte de los incrementos.

El impacto de la suba de la carne también se hizo sentir sobre el final del mes, aunque pegará de lleno en el índice que se publicará el marzo. Las proyecciones entre  analistas locales y extranjeros arrojaron un avance promedio del 5,9% para el IPC enero, acelerando 0,8 decimas respecto de enero.

En el caso de Econviews, proyectan un 5,6% mensual para el primer mes del año. Según Isaías Marini, economista de la consultora, “la inflación de enero estuvo impulsada principalmente por aumentos en los regulados. En ese sentido, la mayor incidencia vino de la división 'vivienda, electricidad, gas y otros combustibles' por el aumento de las tarifas de luz, gas y agua en el AMBA (Capital Federal y alrededores)", indicó.

También “tuvieron su impacto en el índice el ajuste de las tarifas de transporte público en el AMBA (por lejos la región con mayor peso en el índice) y la suba de combustibles (ambos en la división de Transporte), de la salud y las telecomunicaciones".

La consultora proyecta que, para febrero y marzo, va a ser muy difícil bajarlo, mas bien las probabilidades son que suban un poco mas y no descartan que “algún mes inicie nuevamente con 6 adelante”.

Por su parte, la Fundación Libertad y Progreso estimó la inflación en  6,3% apoyada también sobre los rubros de “Vivienda, Agua y Electricidad” dada la quita de subsidios energético y los aumentos de alquileres, también, “transporte” con la suba de los boletos de colectivo en AMBA y el acuerdo de las naftas del programa Precios Justos.

De cara a febrero, "la ausencia de subas importantes de precios regulados contribuiría a una moderación en la suba del IPC". Sin embargo, "la dinámica inflacionaria seguirá por encima del 5% mensual, lo que llevaría a que se cruce la barrera del 100% anual en el IPC general”, alertan.

El problema no está en las góndolas, sino en la depreciación constante de nuestra moneda causada por la  desconfianza en los funcionarios y el exceso de oferta monetaria. Por el momento, no hay razones teóricas para pensar que la inflación va a bajar y la incertidumbre en un año electoral puede incluso empeorar la situación”, analizó Lautaro Moschet economista de Libertad y Progreso.

Las estimaciones de los analistas oscilaron entre un avance mínimo de 5,2% y un máximo de 6,5% para la inflación de enero. Para C&T Asesores Económicos, el numero estará alrededor de 6,3% debido a las subas de precios programadas, el salto estacional del turismo y el incremento en alimentos y bebidas no alcohólicas, que habrían aumentado a un mayor ritmo que en diciembre, en torno al 5,3%.

La inflación de los trabajadores, que realizan la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD), se ubicó en 5,5%, alcanzando el 98% en los últimos doce meses, máxima marca desde 1991. La suba “fue impulsada por productos estacionales como turismo, frutas y verduras, acelerándose en 0,2 puntos porcentuales respecto a los 5,3 registrados en diciembre”

Por su parte, Ecolatina espera un valor de 5,5% debido a la dinámica de los alimentos y los servicios regulados. En tanto que  Ecogo, arribó a  5,6% y Analytica  mide un  5,8%.

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Funcionarios ya reconocen la suba del índice en enero

Esta mañana el secretario de Comercio, Matias Tombolini, en declaraciones radiales reconoció que hubo una aceleración en enero respecto del mes pasado dada por “la estacionalidad  y el peso del rubro servicios en estos meses que es más turismo y recreación".

Entre otras cosas reconoció que el control de precios no va a bajar la inflación per se, sino que el objetivo es “cerrar la brecha fiscal y el financiamiento monetario del déficit, emitir menos, y acumular reservas y como una de las herramientas complementarias los programas de precios que no pueden existir en el vacío. Es un programa de precios que intenta operar sobre expectativas de inflación, pero basado en el cierre de la brecha fiscal y la acumulación de reservas”, cerró.

En tanto que el secretario de Industria, José de Mendiguren, indicó que la inflación será “más alta que la de diciembre”. "La gente compra igual, con precios que no debería convalidar. Y eso no nos ayudó. También hubo algunos problemas estacionales" durante el primer mes del año,  explicó el funcionario.  “Esto sucede entre otras razones porque en la temporada hubo un movimiento de turismo y abusos de precios, el límite lo pone muchas veces la capacidad de compra de la gente", indicó.

Por ultimo, el flamante jefe de Asesores, Antonio Aracre, dijo que entre enero y febrero jugaron una mala pasada la sequía y el cambio de lógica de la retención de ganado, impactando el aumento de carne. En marzo con el inicio de las clases estarán los ajustes del colegio y los útiles. Por lo que va a resultar complicado llegar al 3,8 que prometió el ministro de Economía, Sergio Massa, pero que en abril tienen “toda la oportunidad de llegar a ese escalón” .