Goldman Sachs, el mayor banco privado de los Estados Unidos, despedirá durante esta semana a unos 3.200 empleados en el marco de una reducción de costos por malos resultados en distintas áreas de esa empresa.

Asó lo anticipó su director ejecutivo David Solomon, quien a la vez explicó que la desaceleración en varias líneas de negocios, una costosa incursión en la banca de consumo y una perspectiva incierta para los mercados y la economía están impulsando al banco a reducir sus costos.

Más de un tercio del personal que será despedido se desempeñan en sus principales unidades comerciales y bancarias, según el reporte de agencias internacionales de noticias.

La plantilla de empleados de Goldman Sachs aumentó un 34% desde fines de 2018 y a septiembre del año pasado el número de personal ascendía a los 49.000. La cifra final de reducción de empleos es menor a la que se había anticipado en meses anteriores, cuando se informó que serían alrededor de 4.000.

Por otra parte, el banco también dará a conocer en los próximos días los resultados financieros de una nueva unidad de negocios, que administra tarjetas de crédito y préstamos a plazos: trascendió que registraría pérdidas cercanas a los US$2.000 millones.

Según estimaciones de analistas, el banco se enfrenta a una caída del 46% en sus beneficios sobre uno total de ingresos de US$48.000 millones. El último antecedente de una decisión similar a la de Goldman Sachs ocurrió en 2008, cuando quebró Lehman Brothers, tras haberse embarcado en un plan para recortar más de 3.000 puestos de trabajo, casi el 10% de su personal.