La Unión Industrial Argentina (UIA) decidió hoy en la reunión de Junta Directiva que la próxima lista de unidad para las elecciones de autoridades de la
entidad sea encabezada por Daniel Funes de Rioja, en carácter de presidente, y Miguel Ángel Rodríguez, como secretario.

El cambio de autoridades se realizará en el Consejo General que se llevará a cabo el próximo 8 de junio, cuando a Miguel Acevedo le tocará dejar su cargo actual como titular de la poderosa institución.

Funes de Rioja, quien es además presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), sostuvo que la gestión de los próximos dos años "se caracterizará por un trabajo de equipo que siga afirmando el federalismo, la promoción de la inversión privada y la generación de empleo
registrado".

El empresario, que actualmente también ocupa el cargo de vicepresidente de la UIA, aseguró que también apuntará al "desarrollo de la producción nacional con especial atención al sector pyme, a la generación de propuestas para el crecimiento sostenido y la integración de género como de los jóvenes a la
vida institucional".

Por su parte, Rodríguez, quien es titular de la empresa Sinteplast y se perfilaba también como posible presidente de la central fabril, manifestó que buscará "fortalecer la representación sectorial y regional, así como la integración entre grandes y pequeñas empresas".

El rol de las nuevas autoridades industriales será fundamental para fortalecer la relación con el Gobierno en medio de la crisis económica y en un escenario en el que la administración de Alberto Fernández busca diferentes mecanismos para intentar lograr una recuperación.

Particularmente, Funes de Rioja es uno de los principales referentes de la industria alimenticia, por lo que su papel será clave en la batalla que el Gobierno da contra la inflación.

La relación entre el Gobierno y ese rubro se tensó en el último período ante el pedido de los empresarios respecto de la eliminación del programa Precios Máximos y la presión impositiva, y frente al reclamo del Gobierno vinculado con la suba de la canasta básica y su consecuente impacto en la
aceleración de la inflación.

Días atrás, el Presidente pidió al sector privado que "acompañe" al Gobierno y advirtió que "no es tiempo de subir
precios".

El mandatario sostuvo que lo deben hacer "no porque el Gobierno lo reclame o los persiga, sino por convicción".

Además, subrayó que debe haber "precios para exportar" y para el mercado interno, porque "si no todo el esfuerzo que se hace en materia salarial se pierde y consume en el aumento sostenido de alimentos".