El FMI revisó hoy a la baja su proyección de crecimiento económico de la Argentina, que situó ahora en 4,5% para este año, y a la vez consideró posible lograr un acuerdo con el Gobierno en mayo.


En sus últimas estimaciones -publicadas en octubre del año pasado- el Fondo había estimado que el PBI argentino crecería 4,9% en 2021, pero redujo ese pronóstico al 4,5%, un punto menos con relación a lo proyectado en el Presupuesto Nacional. En su actualización de las perspectivas de la región, presentadas este lunes en Washington, el FMI señaló que "las economías de América Latina y el Caribe comenzaron a revertir la devastación económica inicial que dejó la COVID-19 a comienzos de 2020".

"Pero el recrudecimiento de la pandemia a finales de ese año amenaza con frustrar una recuperación que ya es desigual y con agravar los enormes costos sociales y humanos", alertó.

Además, indicó que "la veloz recuperación en el tercer trimestre (de 2020) superó las expectativas en algunas de las economías más grandes, como Brasil, Perú y Argentina". Por se motivo, moderó la caída prevista para la economía argentina durante el año pasado: será del 10,4% (en octubre, estimaba 11,8%).

El Fondo espera que América Latina y el Caribe registre una recuperación de 4,1% en 2021, por encima del 3,6% proyectado en octubre; Brasil, principal socio comercial de la Argentina, crecerá 3,6%.

No obstante, el Fondo Monetario advirtió que "los costos sociales y humanos de la pandemia han sido enormes, y hacen que se cierna una gran sombra"en América Latina. En este marco, el director del Hemisferio Occidental del organismo, Alejandro Werner, consideró posible que se pueda arribar a un acuerdo con la Argentina en mayo, como intenta lograr el ministro de Economía, Martín Guzmán.

"Ya dijo nuestra directora gerente (Kristalina Giorgieva): nuestros equipos están trabajando intensamente y obviamente también las autoridades en Argentina están trabajando de manera importante, para atender la necesidad de poder llegar a la fecha de mayo. Entonces hoy yo no lo veo inviable, pero obviamente es una fecha ambiciosa y se tiene que trabajar de manera muy intensa para lograr los acuerdos", evaluó el directivo.

Werner comentó que las negociaciones apuntan a "que puedan formar la base de un programa que apoye nuestro Consejo Directivo y aporte los recursos que necesitan las cuentas externas de la Argentina para lograr la estabilidad de la cuenta de capitales y, de esta manera, también se apoye un programa doméstico que logre un buen equilibrio para ir moviendo la economía argentina a una situación en donde se vayan equilibrando las cuentas externas, la situación fiscal y monetaria y se vaya estabilizando la economía".

Con respecto a la inflación, comentó: "el punto más importante para ir revirtiendo esta tendencia al alza en el proceso inflacionario de la Argentina, son políticas monetarias y fiscales que tengan un marco de referencia de mediano plazo y que conduzcan a la estabilización del proceso del crecimiento de los precios y no tanto el operar directamente sobre algunos precios, por más importantes que sean".