El Gobierno extendió hasta fines de agosto los pagos de prestaciones por desempleo que vencían este lunes, en una medida que favorecerá a 110 mil trabajadores que perdieron el trabajo, con el fin de paliar los efectos de la pandemia.

En marzo, según los registros oficiales, esta prestación la percibieron 138.879 trabajadores en relación de dependencia registrados, que fueron despedidos sin causa.

De acuerdo con esa información, estaban registrados en total 96.160 varones y 42.719 mujeres y, en promedio, percibieron 7.200 pesos.

Durante junio, el monto de la prestación corre a partir de los 7.020 pesos (la menor asignación) y los 11.700 pesos en el caso de la máxima.

De acuerdo con las disposiciones, quienes están alcanzados por este beneficio cobran asignaciones familiares y cuentan con la cobertura de la obra social, mientras el período de cobro se reconoce como meses de servicios para la jubilación.

Asimismo, quienes en ese período logran encontrar un nuevo trabajo deben pedir la suspensión del beneficio en alguna dependencia de ANSeS, "dentro de los 5 días hábiles de incorporado a un nuevo trabajo".

Los que tienen derecho a percibirla son los trabajadores asalariados registrados, legalmente despedidos "sin justa causa" o "por fuerza mayor", o bien que hayan perdido su trabajo por quiebre de la empresa en la que trabajaban.

Seguro de desempleo

A partir de 2015, la cantidad de personas alcanzadas por este seguro fue subiendo en forma preocupante, al pasar de 63.786 a 110.634 en 2019.

Luego, a partir de nuevas prórrogas, esta prestación se fue pagando de igual manera y llegó a cubrir casi 140 mil en marzo de este año.

La extensión obedece a que este seguro es percibido en forma transitoria, de monto decreciente, y se interrumpe apenas consigue empleo el beneficiario.

Más allá de la crisis económica que atraviesa el país, la pandemia agravó la situación, pero no en la proporción esperada, debido a la decisión del Gobierno de prohibir por decreto los despidos, una medida que recientemente fue extendida hasta fin de junio.

De acuerdo con el programa, el que resultó despedido sin causa con una antigüedad de entre 6 y 11 meses tiene derecho a cobrar este beneficio durante 2 meses; pero si trabajó entre un año y 23 meses, percibirá durante 4 meses.

En el caso de los trabajadores con una antigüedad de entre 2 años y 35 meses, se extiende hasta los 8 meses el pago, y los que tuvieron un empleo durante más de 3 años, lo cobrarán durante un año.

Los pagos se extienden 6 meses más si posee una antigüedad de más de 45 años. 

Durante la vigencia del IFE, quienes percibieron esa ayuda social no podían cobrar la suma por desempleo.