El primer año de gestión de Javier Milei arrancaría con superávit comercial, propiciando un mayor ingreso de divisas que impactarían en un aumento de las reservas del Banco Central, de acuerdo a las estimaciones de la Fundación Mediterránea.

Las previsiones de la entidad arrojan que en 2024, el superávit comercial llegaría a los US$25.000 millones, mientras que las reservas del Banco Central tendrían un aumento en torno a los US$12.000 millones, a raíz de que parte de los dólares que ingresarán al país se destinarán a distintos sectores que demandarán divisas.

Los cálculos que plantean la recuperación del saldo comercial no se deben únicamente a la recuperación de los volúmenes de cosecha de soja y de otros productos agrícolas, tras la sequía, sino que también están asociados a un mayor impulso de los sectores energético y turístico.

En relación al primero, el saldo de la balanza energética pasaría de un déficit de US$4.700 millones a un superávit de US$3.300 millones, lo que implica una mejora de US$8.000 millones en relación a este año.

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El sector turístico, por su parte, también registra una mejora a partir de la adecuación del tipo de cambio que se aplica tanto a los que viajan como para los que ingresan al país, lo que deriva en una disminución del rojo de esa balanza.

A pesar de la mayor acumulación de dólares del sector comercial, no sobrarán divisas durante el próximo año, ya que el Gobierno tendrá que cubrir diferentes demandas de empresas y provincias por deudas acumuladas y obligaciones establecidas.

Entre los compromisos que deberá atender el Ejecutivo, están la abultada deuda que se sigue acumulando con importadores, que no fueron autorizados a girar divisas en los últimos meses y la deuda comercial que según AmCham asciende a US$56.000 millones, principalmente a raíz de los atrasos en la remisión de utilidades y dividendos por parte de las compañías multinacionales a sus casas matrices.