El comercio exterior generaría un superávit superior a los US$ 17.000 millones en 2024 que contrasta con el déficit de US$ 7.000 millones que se produjo en 2023 producto de la sequía y el gasto en energía.

El principal factor de esta reversión es la performance del sector petrolero impulsado por Vaca Muerta.

“Cerrados los primeros diez meses del año con un superávit comercial superior a los US$ 15.000 M, es de esperar que la tendencia creciente de las exportaciones en cantidades se mantenga, aunque principalmente impulsada por los sectores petroleros”, señaló un informe de ABECEB.

No obstante, advirtió que “la estacionalidad desfavorable en el último trimestre del año comenzó a afectar un superávit comercial decreciente”, que se suma “a la recuperación de las importaciones que ya comenzó a darse con el repunte de la actividad y la liberalización de ciertas restricciones”.

Con este escenario la consultora señaló que proyectan un resultado positivo en torno a los  US$ 17.700 millones para este 2024, “más cauteloso que los US$ 21.972 esperado por el gobierno según el mensaje del Presupuesto, pero en contraste con un déficit de USD 6.926 millones en 2023”.

Por su parte, la consultora ACM dijo que “es esperable que se mantenga la dinámica observada hasta ahora, aunque con una menor caída de las importaciones. En este sentido, esperamos que para el 2024 el saldo comercial ascienda a un valor entre US$ 16.800 millones y US$ 18.800 millones acorde a los factores observados en los últimos meses”.

A su vez, LCG indicó que “aunque todavía positivo, el saldo comercial empieza a dar señales de alerta”.

La consultora argumentó que “el crecimiento de las importaciones en un contexto de actividad que parece ir despegándose del piso, apreciación sostenida del peso, bajas de impuestos y aranceles a las importaciones, y vínculos con proveedores externos que empiezan a aceitarse, todo demandaría un mayor vigor de las exportaciones para garantizar que el resultado comercial siga siendo positivo”.