La mayor incidencia de los impuestos no coparticipables en la recaudación de enero jugó a favor del Estado nacional y en detrimento de las provincias, ya que el incremento real de las transferencias por Coparticipación fue de 3,1%, menos de la mitad del 6,3% de aumento que tuvieron los ingresos tributarios.

En el primer mes de 2021, la recaudación nacional tuvo un aumento nominal del 46,6% y real (deducida la inflación de los últimos doce meses) del 6,3%, pero como ocurre todos los meses la variación no es la misma que la correspondiente a los recursos coparticipados, debido a las diferencias en el reparto en cada impuesto.

En el caso de enero, dos tributos que no se coparticipan (y en consecuencia, su recaudación queda íntegramente para el Estado nacional) tuvieron subas superiores al 46,6% global. Se trata de los Derechos de Exportación, con un alza interanual del 231,2% y el impuesto Por una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) con un 162,4%.

Los Derechos de Exportación (llamados vulgarmente retenciones) aumentaron tanto por el tipo de cambio (se exporta en dólares pero la recaudación se expresa en pesos) como por la magra base de comparación, si se tiene en cuenta que el sector agroexportador había adelantado sus liquidaciones a fines de 2019.

En el caso del PAIS, enero fue el primer mes en el que se pudo hacer una comparación interanual, ya que fue sancionado en diciembre de 2019 en una de las primeras medidas tomadas por el entonces flamante presidente Alberto Fernández.

En enero, la recaudación favoreció más a la Nación que a las provincias

El impacto de esos dos impuestos fue determinante en el aumento interanual, ya que sin ellos el incremento nominal hubiera caída exactamente diez puntos porcentuales (36,6%) y la suba real de 3,1% se hubiera reducido al 0,4%.

De todos modos, a lo largo de la pandemia de coronavirus las oscilaciones en la recaudación mostraron meses en los que las transferencias a las provincias por Coparticipación aumentaron más que la recaudación general y en otros casos se dio la situación inversa.

De acuerdo con el entrecruzamiento de datos entre la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) y el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en los once meses de vigencia de pandemia, con aislamiento y distanciamiento social, preventivo y obligatorio, las provincias “ganaron” la pulseada en seis ocasiones y en los cinco meses restantes fue el Estado nacional el que resultó triunfante.

En marzo, el primer mes de ASPO aunque en los últimos once días, la recaudación nacional tuvo una caída real del 8,3% y las transferencias por Coparticipación una del 11,4%.

Abril se volcó en favor de las provincias, ya que la Coparticipación cayó 17,9% y la recaudación nacional un 23,7%, pero en mayo la Nación volvió a imponerse con una retracción real del 21,7% frente a la peor caída en las transferencias a los 24 distritos: -25,8%.

En junio las provincias retomaron la delantera con una pérdida del 11,6%, menor ante el 15,6% de merma en términos reales para la Nación, que en medio de estas oscilaciones recuperó el liderazgo en julio, con una caída del 13% que fue inferior a la de 14,1% que tuvieron las transferencias por coparticipación.

Agosto fue un punto de inflexión, ya que si bien la pérdida real para la Nación se redujo al 5,2%, las provincias iniciaron la tendencia positiva, con un alza real del 1,8%.

La Nación debió esperar a septiembre para mostrar su primera evolución real positiva, con un 5,6% más que en el mismo mes de 2019, además de superar al 3,9% de aumento provincial.

El último trimestre de 2020 se quebró la alternancia, ya que en todos los casos las transferencias por coparticipación superaron a la recaudación global: en octubre 13,8% contra 6%, en noviembre 12,6% contra 0,1% y en diciembre 18,1% contra 1,6%.

A diferencia de enero, en los últimos meses de 2020 los impuestos coparticipables tuvieron una incidencia mayor a la de los que no se coparticipan y por eso las transferencias a las provincias tuvieron un incremento real superior al promedio general.