Una familia porteña necesitó en enero un ingreso de 54.366 pesos para no ser pobre, cifra que significó un incremento del 4,2% con relación a diciembre anterior, según el estudio mensual del Gobierno de la Ciudad difundido hoy. En tanto, para que esa misma familia de cuatro integrantes no caiga en la indigencia, necesitó en el primer mes del año un ingreso de al menos 28.791 pesos, con un alza mayor, ya que trepó al 5,4% con relación a diciembre.

La estadística oficial refleja la fuerte suba que vienen teniendo los artículos de primera necesidad, incluidos los alimentos. Según la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno porteño, en diciembre, el ingreso que determina la pobreza para una familia era de 52.181 pesos, mientras que la de indigencia era de 27.304 pesos.

En la medición interanual, en el caso de la canasta de pobreza experimentó un aumento del 38,9%, mientras que la de indigencia fue del 44,7%, lo cual marca que la suba de precios golpea con más fuerza a los sectores más desprotegidos de la sociedad.

Este jueves, tanto el Gobierno porteño como el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) divulgarán el índice de inflación del primer mes del año, que rondaría el 4%. En Capital, en el caso de la canasta que mide la indigencia, sumó 8.889 pesos en comparación con enero del año pasado, mientras que la vinculada a la pobreza son 15.217 pesos más. La denominada CBT incluye alimentos y artículos de primera necesidad, pero no el alquiler de la vivienda.

Según la estadística oficial, para que esa familia se aleje de niveles de vulnerabilidad y pueda ser considerada como de clase media, debió tener un ingreso de 83.499,63 pesos, si se agrega el alquiler y sin expensas, superaría los 100 mil pesos.