Empresas estadounidenses criticaron con dureza los “precios máximos”
Y sugirieron permitir “aumentos escalonados”. La AmCham sostuvo que el Gobierno “se excede en sus funciones” al fijar precios en forma unilateral y por debajo de la inflación general.
La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) lanzó una dura crítica contra la continuidad de las políticas oficiales de fijar precios máximos o administrados por más de un año y sugirió que se permitan “aumentos escalonados para los próximos meses”.
El reclamo de la entidad se da a conocer en un contexto de inflación cercano al 4% mensual y de quejas de diferentes sectores empresarios sobre el deterioro de la rentabilidad que representa la fijación de precios como si fueran “bajo el régimen de tarifa pública”.
En un comunicado, AmCham se preguntó “por qué el gobierno se excede en sus funciones cuando establece mediante una comunicación lisa y llana, el precio de los bienes de consumo” comercializados bajo la modalidad de precios máximos o administrados.
Asimismo, cuestionó que de manera unilateral la Secretaría de Comercio Interior fije los aumentos y planteó si “es sustentable mantener un programa durante 12 meses con aumentos de precios aprobados del orden del 14%, cuando el incremento en costos en ese periodo fue entre el 32 y el 48%”.
Tras aclarar que en la cámara que agrupa a las empresas de capital estadounidense que operan en la Argentina son “siempre respetuosos de las políticas o practicas económicas implementadas por las administraciones en nuestro país”, manifestaron sus críticas a la extensión por un año de los precios máximos, en un comunicado inusual por los términos utilizados.
“¿Puede una empresa seguir operando cuando al desfasaje del 2020 se sumará, con seguridad, otra diferencia aún mayor en el 2021, sin verse en la necesidad de restructurar su portafolio de productos, reducir la empleabilidad o afectando el normal abastecimiento? ¿Son efectivos los controles de precios por largo plazo, cuando las causas de la inflación pasan mayormente por las políticas monetarias y fiscales de un país?”, son otras de las preguntas formuladas por AmCham.
Asimismo, advirtió que las políticas de precios implementadas “tienen un impacto directo y negativo sobre el nivel de crecimiento, la inversión en el lanzamiento de productos innovadores o la reconstrucción del empleo de calidad perdido”.
AmCham también criticó que la política aplicada, a pesar de su duración de más de un año, fue calificada como “coyuntural” por “numerosos funcionarios en varios espacios y mesas de diálogo”.
Pese a esa definición “la Resolución 100/2020 de la Secretaria de Comercio Interior sigue operativa y sin indicios sobre su fecha final de caducidad”, en tanto ya fue extendida hasta el 15 de mayo y no se descarta una nueva prórroga.
Para la cámara, la normativa “ha avanzado sobre un derecho fundamental como resulta ser la libre decisión de fijar precios en base a factores como, la oferta y demanda, sus fortalezas competitivas, su estructura comercial, etc” y advirtió que la sustentabilidad empresaria no puede viable “cuando su estrategia comercial es definida en las oficinas ministeriales, afectando estructural y sistémicamente su rentabilidad”.
En el mismo sentido cuestionó la ley de Góndolas y señaló que “sólo solo será una cuestión de tiempo ver los resultados negativos que generará para los consumidores y la industria”.
Como salida a la situación planteada, AmCham indicó que “una posible solución a fin de dar certeza es permitir aumentos escalonados para los próximos meses, lo que generaría un marco de entendimiento y previsibilidad requerido”, en el marco de “una transición definitiva del programa de precios máximos al programa de precios cuidados, liberando los productos alcanzados por la mencionada resolución 100/20”.
De esa manera, aseguró, se podrá “avanzar hacia un único programa que resguarde, por un lado, los derechos de los consumidores más afectados por los efectos económicos de la pandemia y brinde, por otro lado, perspectivas de crecimiento al entramado productivo afectado por esta disposición”.
AmCham finalizó su documento con un reclamo para desistir de seguir probando “sistemas o propuestas que han demostrado su absoluto fracaso en el pasado”.