Por Javier Preciado Patiño*

Las lluvias de octubre en buena parte de la región pampeana han cambiado el humor de los productores y los sectores vinculados, y de una producción de trigo que se veía deteriorar 
hacia el rango de entre 16 y 17 millones de toneladas (Mt), ahora se cree que 18 millones podría ser un piso.

Las estimaciones privadas van desde este volumen (Departamento de Agricultura de los EEUU) hasta 19,5 Mt según la Bolsa de Comercio de Rosario. El grueso de la cosecha ocurrirá durante 
diciembre y de obtenerse estos volúmenes, sería el segundo incremento consecutivo de la producción argentina desde las 12,6 Mt de la campaña 2022/23, fuertemente afectada por la sequía de 
aquella campaña, y las 15,9 Mt de la pasada 2023/24.

En primer término se trata de una buena noticia para los agricultores argentinos que podrán contar con este "puente de plata" financiero, que les genera recursos frescos hasta la próxima recolección del maíz y la soja. A los precios internos actuales, implica que entre US$3.800 y US$4.100 millones ingresen a la economía del productor rural.

Pero al mismo tiempo abren una expectativa muy positiva para la exportación del cereal en el trimestre diciembre, enero y febrero. 

La producción argentina se realiza a contraestación de la producción en el Hemisferio Norte, donde Rusia, Ucrania, la Unión Europea, los Estados Unidos y Canadá son los grandes proveedores 
globales del cereal. 

Tal es así que entre el 40% y el 60% de todo el trigo que exporta la Argentina se embarca en este trimestre. Pasado marzo, van quedando como destino casi excluyente los mercados de 
proximidad, principalmente Brasil.

Considerando que el consumo interno de trigo en todas sus formas ronda las 7,5 Mt, el saldo exportable de esta campaña rondaría entre 10,5 y 12,0 millones de toneladas. Pero a este 
saldo habría que adicionarle 2 Mt que quedaron sin exportar de las últimas dos campañas, con lo cual potencialmente –importante resaltar lo de potencial porque expresa las posibilidades últimas 
del país- la Argentina podría proveer al mundo de entre 12,5 y 14,0 Mt de trigo. Un volumen nada despreciable.

Asumiendo que se logre un razonable 50% de embarques para este trimestre, llamado "de oro" por la oportunidad global que tiene, se podrían exportar no menos de 6 millones de toneladas, que a un 
valor FOB de US$244 como marca el presente, generaría divisas por cerca de US$1.500 millones, divisas que ingresarían en un momento clave para sostener la liquidez de las reservas.

La clave, por supuesto, estará en la actitud de los productores para vender el trigo. La convergencia de la brecha entre el dólar exportador y el financiero abre una gran oportunidad para que, llegado el caso, el productor pueda resguardar valor en moneda dura. En las próximas semanas estaremos en condiciones de evaluar si realmente la Argentina aprovechará este Trimestre del Oro para el trigo o no.

* Ingeniero agrónomo, director de RIA Consultores, ex subsecretario de Mercados Agropecuarios de la Nación.