El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) logró baja adhesión en un paro que propuso, pues las bases decidieron trabajar casi con normalidad en los principales puertos del país. Los sueldos más altos del sector oscilan los 500.000 pesos en bruto (alrededor de 400.000 de bolsillo), razón por la cual los trabajadores no están dispuestos a un conflicto de alta intensidad. La decisión del sindicato nacional, de bajo nivel de acatamiento, surgió por la pesca del langostino, de la cual ya arrancó la temporada.

El Gobierno nacional intenta establecer una mesa de diálogo, donde circularon varias propuestas, pero con escasos resultados hasta el momento debido a la postura del sindicato. A pesar de la misma, la actividad de los buques pesqueros se desarrolló ayer con normalidad en los principales puertos del país.

El SOMU se niega a modificar la fórmula atada en dólares a un precio de langostino fijado en 2006, tal como establece el actual convenio colectivo de trabajo. El sindicato, comandado por Raúl Durdos, quiso mostrar su intransigencia decretando a partir del lunes un paro general para todo el sector, pretendiendo lograr la solidaridad del resto de los pesqueros. En el sector calificaron a la medida como “arriesgada”, ya que el conflicto no está instalado a nivel general y además hay realidades distintas dentro del mismo el sector.

“El negocio cambió para todos”, repiten en las cámaras, que con ese mensaje concurrieron a un encuentro convocado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, el viernes pasado. La respuesta del sindicato no se hizo esperar el domingo a la noche, con el anuncio del “cese total de actividades”.

El gremio de Mar del Plata acordó aparte

El SOMU no solo no logró la solidaridad esperada por parte de otros gremios y trabajadores del sector. Sino que además ayer el Sindicato Marítimo de Pescadores (SIMAPE) anunció ayer un aumento salarial para todos los trabajadores del sector con las cámaras del Puerto de Mar del Plata. El acuerdo para algunos pareció ser no solo una respuesta a la iniciativa del SOMU, sino que también reflejó que las partes pueden llegar a un acuerdo que satisfaga a los trabajadores y se adecúe al contexto.

Este acuerdo consiste en una actualización salarial que implicaría un incremento del 20% (retroactivo de marzo a mayo), sumado a un 10% a partir de junio. En un año donde la inflación acumulada de los primeros 5 meses del año (enero-mayo) fue del 11,1%. Las partes establecieron volverse a juntar en septiembre para ir midiendo la evolución del impacto de la inflación en los ingresos de los pescadores.