La compra de dólares y el consumo de turistas en el exterior no son las únicas variables que explican lo costoso que le resulta al Banco Central reforzar sus reservas internacionales, que cayeron fuerte en la jornada y cerraron en US$ 37.593 millones.

Respecto del martes, las reservas cayeron en US$ 738 millones, de acuerdo con las cifras oficiales.

La liquidación de divisas de la agroindustria superó los US$ 5.100 millones.

Otra de las razones de la caída es que el último trimestre mostró un rojo comercial superior a los US$ 1.000 millones, en buena medida impulsado por las compras de energía.

En agosto las exportaciones mostraron una caída interanual por primera vez en veinte meses y se vieron opacadas por unas importaciones que persisten en niveles elevados, pese a las menores compras de energía y la vigencia de restricciones.

Con un intercambio apenas superior a los US$ 15.300 millones, el saldo comercial en agosto fue negativo en US$ 300 millones, cuando para el mismo mes en 2021 había sido superavitario en más de US$ 2.345 millones. De esta manera, por primera vez en cuatro años el saldo comercial fue deficitario tres meses consecutivos.

El superávit comercial en los primeros ocho meses del año fue apenas un quinto del acumulado hasta agosto en 2021 (-80%). En lo que va de 2022, las exportaciones acumularon US$ 59.720 millones (+18%) y las importaciones US$ 57.527 millones (+44%).

El saldo favorable hasta agosto se redujo a poco menos de US$ 2.200 millones, un monto sumamente inferior a los más de US$ 10.600 millones que se acumularon en el mismo período para 2021.

Las exportaciones mostraron una caída por primera vez en 20 meses. Luego de crecer en promedio un 23% en los primeros siete meses del año, las ventas al exterior en agosto cayeron 7% en su comparación interanual y se ubicaron en US$ 7.537 millones.

La contracción se explica en la caída de las exportaciones de Productos Primarios (PP), que mostraron una reducción del 27%, principalmente por menores cantidades exportadas asociadas a la demora en la comercialización de granos (fundamentalmente soja).

A su vez, ese rubro también mostró una reducción en más de US$ 200 millones contra el promedio de los últimos 5 meses. Por su parte, si bien el resto de los rubros mostraron caídas en sus cantidades, sus elevados precios internacionales les permitieron mostrar incrementos interanuales a agosto, ubicándose en niveles similares a julio, según un reporte de la consultora Ecolatina.

Las importaciones persistieron en niveles elevados pese a las menores compras de energía y la vigencia de restricciones.

Pese a desacelerar su crecimiento interanual (aumentaron 36%, cuando en los primeros 7 meses promediaban un 45%), las compras al exterior se ubicaron por cuarto mes consecutivo por encima de los US$ 7.800 millones.

Si bien cayeron más de un 7% contra el promedio del último bimestre, esa reducción responde a las menores importaciones energéticas, que se redujeron en casi US$ 1.000 millones contra su valor de julio, e incluso mostraron una contracción en sus cantidades al observar la comparación interanual (-3,6%).

Las importaciones no energéticas superaron la barrera de los US$ 6.500 millones y alcanzaron el segundo valor más elevado de toda la historia, únicamente por detrás del último junio.

Su incremento en el último mes obecede casi en su totalidad a una suba en las importaciones de Bienes Intermedios (BI) y de Bienes de Capital (BK), dado que cada uno de esos usos mostró una suba en más de US$ 200 millones en su comparación mensual, retomando los niveles del segundo trimestre previo al endurecimiento de las restricciones.

A su vez, todos los rubros no energéticos mostraron aumentos tanto precios como en cantidades. En este sentido, se abre un interrogante sobre cuanto demorará en vislumbrarse el impacto de las restricciones a las importaciones en las operaciones comerciales.

Si bien el efecto en los pagos por importaciones fue inmediato en el MULC, aún no se denota una reducción en las importaciones devengadas que refleja el ICA. Esto se debe al crédito comercial al que accedieron los importadores y les está permitiendo continuar con buena parte de sus operaciones.

Los costos de fletes continuaron su repunte en el último mes. El valor unitario del flete internacional rozó los USD 130 por tonelada en agosto, mostrando un aumento del 10% contra julio y del 16% contra el promedio del segundo trimestre. Si bien ese valor es aún un 18% inferior al pico de enero, muestra una suba del 64% contra agosto de 2021 y del 154% contra el mismo mes en 2020.