El río Paraná, la principal fuente de agua dulce en la Argentina, registra la mayor bajante en treinta años y existen zonas en las que se puede cruzar caminando, lo que genera serias complicaciones para las exportaciones.

Esta bajante se produjo por las escasas lluvias en la cuenca Paraná-Paraguay, es decir, en el extremo noreste de la Argentina, el sureste de Paraguay y grandes zonas del sur brasileño.

En el último mes, el caudal del río bajó más de un metro: el 6 de marzo la altura del río era de 2,31 metros promedio, y este jueves registraba una altura de 1,05 metros frente a la ciudad santafesina de Rosario.

En el puerto de la ciudad de Corrientes, según pudo constatar la agencia NA, los barcos y veleros quedaron literalemente sobre la arena porque el agua desapareció de toda el área donde se encontraban amarrados.