El resultado fiscal primario del primer semestre empeoró en $965.113 millones en comparación con el mismo período de 2019, a pasar de un superávit de $53.989 millones a un déficit de $911.124 millones, disimulado por la transferencia de utilidades del Banco Central.

De acuerdo con el informe dado a conocer hoy por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la autoridad monetaria aportó al Tesoro recursos por $940.000 millones entre enero y junio, que permitieron cerrar el período con un superávit primario de $28.876 millones, que se convierten en el déficit mencionado si se excluyen las transferencias del cálculo.

El Ministerio de Economía tiene previsto difundir su informe respectivo el próximo lunes 20, aunque pueden existir diferencias por aplicarse distintas metodologías.

En la comparación interanual queda en evidencia el impacto de la pandemia del coronavirus tanto en el aumento del gasto (por las medidas de asistencia fiscal, financiera y crediticia) como en la caída real de los ingresos, por la menor recaudación impositiva y previsional ante la baja de la actividad económica.

Al respecto, la OPC señaló que el gasto primario (sin computar los servicios de la deuda) tuvo un aumento del 22,3% en términos reales (deducida la inflación), pero si se excluyen los $449.739 millones que representaron las medidas relacionadas con la pandemia, ese incremento real se reduce al 3,2%.

En el primer semestre hubo doce modificaciones presupuestarias (once por decisiones administrativas y una por decreto de necesidad y urgencia) que implicaron un aumento del Presupuesto inicial de $845.413 millones, de los que el 67,6% se destinó a prestaciones sociales.

Dentro de los ingresos corrientes, el único rubro que no tuvo una caída en términos reales en el semestre fue el de Rentas de la Propiedad, precisamente por las utilidades del BCRA, que permitieron que aumentaran un 196,6% en relación con el primer semestre de 2019.

Todos los otros rubros tuvieron caídas reales interanuales: los tributarios cayeron 15,1%, los aportes y contribuciones de la seguridad social 14,3%, los ingresos no tributarios 24,4%, la venta de bienes y servicios 17,5% y las transferencias corrientes 56,2%.

En cuanto a los gastos, los que más aumentaron fueron las transferencias a provincias (158,2%) y los que más cayeron los intereses, debido al reperfilamiento de algunos bonos (-38,7%).